Como era de esperar, la insolvencia de Three Arrows Capital sigue repercutiendo en el sector de las criptomonedas. Ya el 22 de junio, Voyager Digital reveló que había puesto en aviso al fondo de inversión tras un impago. Ahora, a través de un comunicado de prensa publicado en su página web, Voyager emite oficialmente un impago a 3AC.
En concreto, la notificación de impago procede de la filial Voyager Digital LLC. Tiene la intención de perseguir el cobro de la deuda del deudor (3AC). La morosidad de 3AC es enorme. Se trata de un préstamo de 15.250 BTC y 350 millones de dólares.
Por el momento, la estrategia de recuperación no parece clara, ya que la empresa está estudiando con sus asesores los posibles recursos legales ante el incumplimiento de 3AC.
No obstante, el tono es tranquilizador para los clientes de Voyager Digital. De hecho, la declaración asegura la continuidad del servicio a pesar de este impago. Así, los clientes pueden seguir acudiendo a la plataforma para solicitar la ejecución de sus compras, pero también de sus retiradas.
El impago de 3AC no pone en peligro el negocio de Voyager
Voyager Digital quiere ser lo más transparente posible con sus usuarios. Por ello, se menciona específicamente la situación de tesorería de la filial para que cada cliente pueda hacerse una idea de la seguridad de sus fondos.
A fecha de 24 de junio, Voyager Digital declara tener 137 millones de dólares en efectivo y activos. Además, este incumplimiento no da lugar a la cancelación del acuerdo con Alameda Ventures Ltd.
Así, el préstamo de Alameda añade 200 millones de dólares y 15.000 BTC a la posición de tesorería. Voyager puede utilizar este dinero como considere oportuno para facilitar las compras y las retiradas de los clientes, si es necesario.
Voyager quiere centrarse en el futuro
La plataforma de criptomonedas de origen estadounidense, fundada en 2018, no quiere que este suceso sea un obstáculo demasiado grande a largo plazo.
Stephen Ehrlich, director general de Voyager, afirma que la empresa está “trabajando con diligencia y rapidez para reforzar su balance y encontrar opciones para poder seguir satisfaciendo las demandas de liquidez de los clientes”.
El futuro no parece demasiado sombrío para la Voyager. Sin embargo, sin la ayuda de Alameda, esta situación seguramente no se manejaría con tanta facilidad. Sin embargo, a pesar de la influencia del ecosistema del SBF, es una buena noticia que se preserven los fondos de los clientes.