Alianza AI-Amazon: Una Nueva Era en la IA y la Tecnología

OpenAI acelera su trayectoria. La empresa detrás de ChatGPT ha sellado un monumental acuerdo de 38 mil millones de dólares con Amazon Web Services (AWS), consolidando una de las asociaciones más ambiciosas en la historia de la inteligencia artificial.

Una voracidad de potencia sin precedentes

Con este nuevo contrato, OpenAI roza los 1.500 mil millones de dólares en compromisos acumulados en infraestructuras informáticas con los gigantes del sector: Nvidia, AMD, Oracle, Broadcom, Google, Samsung… La startup liderada por Sam Altman asegura un lugar central en el ecosistema global de IA.

Estos contratos colosales se distribuyen en el tiempo: OpenAI pagará a medida que se desarrolla y entrega la capacidad de cálculo. Al mismo tiempo, un equipo interno restringido orquesta estas negociaciones estratégicas, sin recurrir realmente a asesores externos.

El objetivo es construir la red mundial de centros de datos más grande dedicada a la IA, capaz de respaldar el aumento de modelos cada vez más exigentes. Sam Altman anunció que planea agregar la energía equivalente a una central nuclear cada semana para 2030. Una ambición titánica que plantea interrogantes sobre su factibilidad y coste.

Pérdidas masivas, pero una visión desmedida

Aunque los ingresos de OpenAI han alcanzado los 13 mil millones de dólares anualizados, el costo energético y material aumenta aún más rápido. Según los últimos datos de Microsoft, socio financiero y tecnológico, la startup habría perdido cerca de 12 mil millones de dólares en el último trimestre.

Pero Altman se mantiene firme: “Estamos apostando a que el crecimiento seguirá“, afirmó en una entrevista con el inversor Brad Gerstner. El empresario ya prevé ingresos de 100 mil millones de dólares para 2027, convencido de que ChatGPT, los servicios cloud internos y los futuros dispositivos para el consumidor de OpenAI crearán “un valor económico sin precedentes”.

Hacia una salida a bolsa e independencia incrementada

OpenAI recientemente completó una reestructuración importante: por primera vez, los inversores pueden poseer directamente acciones de la empresa. Este cambio allana el camino para una futura salida a bolsa, al mismo tiempo que simplifica las futuras rondas de financiación.

Otra consecuencia estratégica: la modificación de un contrato que otorgaba a Microsoft un derecho de prioridad en las nuevas asociaciones en la nube. Como resultado, el camino estaba despejado para Amazon.

Más allá de los números, una certeza: OpenAI ya no solo quiere crear modelos de inteligencia artificial. Quiere poseer la infraestructura global que los alimentará. Una ambición que, de tener éxito, podría reconfigurar el equilibrio de toda la industria tecnológica.

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