Donald Trump está considerando seriamente despedir a Jerome Powell, presidente de la Fed, a pesar de los obstáculos legales y los riesgos de un acto sin precedentes en la historia estadounidense.
Una reunión bajo tensión en la Casa Blanca
El martes por la noche, en la Oficina Oval, Trump preguntó a un grupo de legisladores republicanos si apoyarían el despido de Powell. ¿El consenso? Aprobación total. El presidente, entusiasmado, afirmó que lo haría “probablemente pronto“.
La atmósfera ya estaba cargada: unas horas antes, estos mismos republicanos habían bloqueado una votación sobre una legislación criptográfica respaldada por Trump. Una forma para el presidente de probar su apoyo político antes de lanzar un ataque frontal contra la Fed.
Una guerra abierta contra Powell
Hace meses que Trump y sus allegados critican la política monetaria de Powell. ¿El objetivo? Forzar a la Reserva Federal a bajar las tasas de interés. Último objetivo: los costosos trabajos de renovación de la sede de la Fed en Washington, que Trump ahora utiliza como pretexto para mencionar una “causa legítima” de despido.
Pero legalmente, el terreno es resbaladizo. Una reciente decisión de la Corte Suprema ha dejado claro que el presidente de los Estados Unidos no puede destituir al presidente de la Fed a su antojo. Nunca, en la historia del país, un jefe de Estado ha intentado una acción tan audaz.
Entre apoyo político y negaciones públicas
A pesar de las declaraciones de la Casa Blanca, varias figuras clave de la administración están calmando los ánimos. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo a Bloomberg que no esperaba esa decisión. El representante French Hill, presidente del comité de servicios financieros, también mencionó:
No veo a Trump haciéndolo.
Pero entre bastidores, la situación es diferente. Trump ya habría redactado una carta de despido. Y según la representante republicana, Anna Paulina Luna, el anuncio sería inminente: “Tengo una fuente muy seria. Estoy segura al 99%“, declaró en X (ex-Twitter).
¿Qué impacto tendrá en los mercados… y en la criptomoneda?
Un despido de Powell desencadenaría una onda de choque en los mercados financieros. Se supone que la Fed es independiente, y cualquier intento de control político sacudiría la confianza mundial en la estabilidad económica de Estados Unidos.
Para los inversores en criptomonedas, esta tensión política podría ofrecer paradójicamente una oportunidad. Una Fed debilitada, un dólar cuestionado, tasas manipuladas: argumentos a favor de la narrativa pro-Bitcoin, especialmente ahora que la moneda digital finalmente puede competir con el oro físico, convirtiéndose en un verdadero refugio de valor.
Pero cuidado: la inestabilidad política es el peor combustible para los mercados… especialmente cuando afecta al banco central más importante del mundo.