Hace tres días, el presidente ucraniano atacó a la OTAN por la negativa de los dirigentes a establecer una zona de exclusión aérea alrededor del país.
Volodymyr Zelensky había dicho que la reticencia de Occidente a intervenir había dado luz verde a Rusia para seguir bombardeando ciudades y pueblos de Ucrania.
Hoy, el presidente parece estar dispuesto a reconsiderar su posición respecto a la OTAN, ya que, según él, la alianza no está preparada para recibir a Ucrania en su seno.
Esta presión de Ucrania para entrar en la OTAN es uno de los puntos cruciales que llevaron a Putin a invadir a su vecino. Zelensky también se mostró abierto a un “compromiso” sobre el estatus de dos territorios prorrusos escindidos (Donetsk y Lugansk) que el presidente Vladimir Putin ha reconocido como independientes.
Estas declaraciones se producen en un momento en que las sanciones contra Rusia parecen aumentar. De hecho, un grupo de senadores está trabajando para aprobar una ley que impida la liquidación del oro ruso. Estas reservas, valoradas en más de 130.000 millones de dólares, podrían permitir a Rusia sobrevivir económicamente sin el uso de criptomonedas y a pesar de las reiteradas sanciones.
El presidente estadounidense, Joe Biden, también ha anunciado hoy la prohibición de importar petróleo y otros productos energéticos rusos a Estados Unidos.
La misma decisión se ha tomado en el Reino Unido, donde el Secretario de Negocios, Kwasi Kwarteng, ha confirmado hoy que ya no se podrá importar petróleo ruso.
Todas estas decisiones no están exentas de consecuencias y el mercado de las criptomonedas no es el único sector económico que sufre esta guerra. Los habitantes de Ucrania y Rusia están viendo cómo se desvanece el valor de sus monedas y acuden en masa a las stablecoins. El precio de los metales preciosos se dispara, mientras que el precio del barril de petróleo y gas se dispara.
Las finanzas siguen siendo el motor de los ejércitos, pero esta guerra es sin duda la primera que implica directamente a las criptomonedas.
Ucrania ha recibido millones de dólares en donaciones de criptomonedas, que podrían utilizarse para comprar material militar. Los oligarcas y políticos rusos recurren a las criptomonedas para evitar las sanciones de Occidente y el presidente ucraniano pide a las plataformas de criptointercambio que prohíban las cuentas rusas sospechosas.
Los exchanges Coinbase y Binance han dejado de aceptar tarjetas de pago rusas en sus sitios.
Tanto si esta guerra ya está llegando a su fin como si no, la visión del mundo sobre la utilidad de las criptomonedas y el blockchain seguramente cambiará para siempre.
source : Gouvernement UK