El mes de septiembre se asemeja definitivamente a una prueba de obstáculos para el guardián financiero estadounidense. En busca constante de argumentos para evitar la aparición de los ETF de Bitcoin, la SEC también debe convencer al juez de otorgarle el derecho de apelar la decisión tomada en su caso contra Ripple.
Ripple quiere impedir que la SEC apele
A principios de septiembre, Ripple explicó su oposición a la apelación interlocutoria de la SEC. Para convencer a la justicia de la legitimidad de su oposición, la empresa respaldó su posición con dos argumentos distintos.
Por un lado, Ripple considera que la orden emitida en julio no presenta una cuestión de derecho determinante. Por otro lado, el equipo legal de la compañía sostiene que “el supuesto motivo sustancial de desacuerdo es simplemente la insatisfacción de la SEC con la decisión”.
La SEC impugna firmemente los argumentos de Ripple
Lejos de impresionarse por la reciente declaración de Ripple, la SEC contraatacó la semana pasada. En primer lugar, recuerda que Ripple no es el único caso en el cual la venta no autorizada de valores es una cuestión crucial y que esta decisión judicial no podrá permitir “ignorar el razonamiento y la interpretación de la prueba de Howey por otros tribunales”.
Luego, en su caso contra Ripple, el regulador recuerda que “la SEC tiene un interés público en que la resolución final de esta disputa sea lo más eficiente posible”. Por último, explica que “el interés de Ripple es retrasar una resolución definitiva para poder seguir vendiendo libremente XRP en los mercados públicos sin tener que cumplir con las divulgaciones que acompañan a la venta de valores”.
Así, la decisión tomada en julio pasado solo debería verse como una primera victoria en una guerra que seguramente continuará durante algunos meses o incluso años.