El cielo de Irán tembló. El domingo por la mañana, siete bombarderos furtivos B-2 estadounidenses dejaron caer catorce bombas GBU-57, apodadas “bunker busters”, en tres sitios nucleares estratégicos en Irán. La operación, llamada Medianoche Martillo, marca una escalada brutal en la confrontación entre Israel e Irán, impulsando a Bitcoin por debajo de los 99,000 dólares. Uno de los principales objetivos era el sitio ultrafortificado de Fordow, enterrado bajo cientos de metros de roca. Por primera vez, Estados Unidos utilizó en un conflicto real su bomba de 15 toneladas, capaz de perforar estas fortificaciones subterráneas.
Una operación militar sin precedentes, liderada por los Estados Unidos
En Truth Social, Donald Trump no esperó los informes de impacto: “¡La palabra ‘obliteración’ es correcta!” publicó, afirmando que los ataques infligieron “daños monumentales” y que “el daño más grande estaba muy en profundidad”. Luego revivió una vieja amenaza: cambio de régimen. “¡Si el régimen actual no puede devolver la grandeza a Irán… ¿por qué no considerar un cambio de régimen? MIGA!”
Una declaración que contradice abiertamente la línea oficial de su administración. El vicepresidente JD Vance intentó calmar las aguas, afirmando:
No queremos un cambio de régimen. Queremos poner fin a su programa nuclear y discutir un acuerdo a largo plazo.
Trump fanfarronea, el Pentágono modera
En Teherán, el tono se elevó de inmediato. El general Abdolrahim Mousavi declaró que sus fuerzas estaban “totalmente autorizadas a apuntar a los intereses militares estadounidenses”, insinuando que la principal respuesta podría estar dirigida contra Israel.
Horas después de los ataques, Irán lanzó nuevos misiles al territorio israelí, causando 16 heridos. Los Guardianes de la Revolución advirtieron a Washington de una “respuesta que provocará remordimientos”. Y los hutíes, respaldados por Irán, anunciaron la reanudación de los ataques contra los barcos estadounidenses en el Mar Rojo.
Irán amenaza con responder… y sigue apuntando a Israel
Entre bastidores, otra bomba amenaza con explotar: la del petróleo. El parlamento iraní votó a favor de cerrar el estrecho de Ormuz, un punto de paso vital para cerca del 25 % del petróleo mundial. La decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional. El cierre podría elevar los precios a niveles récord. El Brent ya ha subido un 5,7 % antes de estabilizarse alrededor de 77,63 dólares.
🚨 Tras los ataques estadounidenses a los sitios nucleares iraníes, el parlamento iraní aprueba una propuesta para cerrar el estrecho de Hormuz, un paso estratégico para el 35 % de las exportaciones mundiales de petróleo. Los mercados reaccionan de inmediato a la baja 📉
La sombra del petróleo y la economía mundial
Para Irán, este ataque representa un punto de inflexión. El ministro de Asuntos Exteriores Abbas Araghchi habla de una “línea roja gravemente cruzada”. Y la comunidad internacional reacciona: China y Rusia condenan los ataques, la ONU habla de una “amenaza directa para la paz mundial”, mientras que Europa insta a reanudar las negociaciones sobre el nuclear.
Una línea roja cruzada?
La situación es explosiva, en sentido literal y figurado. La escalada militar entre potencias nucleares preocupa a los inversionistas. Históricamente, estas tensiones geopolíticas hacen subir el oro… y bajar a Bitcoin, aún no percibido como un verdadero refugio digital. Si el estrecho de Ormuz se cierra y Estados Unidos intensifica su presencia, los mercados podrían reaccionar violentamente, incluidas las criptomonedas.