Seis años después de su aparición inicial, la Propuesta de Mejora de Bitcoin, BIP-300, vuelve a la palestra, generando debates apasionados entre los entusiastas y expertos de Bitcoin. Comúnmente conocido como Drivechains de Bitcoin, la propuesta contempla la integración de sidechains en la red principal de Bitcoin, lo que potencialmente revolucionaría la operabilidad de la criptomoneda. Paul Sztorc, el pionero de esta propuesta y fundador de LayerTwo Labs, defiende el potencial de estas blockchains para generar monedas alternativas al permitir transferencias de Bitcoin en estas plataformas. Sztorc argumenta firmemente que la propuesta tiene un “enorme potencial” sin inconvenientes discernibles.
Avances técnicos y perspectivas alternativas
Agosto fue testigo de un renovado entusiasmo en el discurso sobre la BIP-300, impulsado por el código revisado de la propuesta por el desarrollador central de Bitcoin, Luke Dashjr. Dashjr ha buscado integrar este código modificado en el código base de Bitcoin, un proceso que requiere una activación de soft fork por parte de los mineros, un mecanismo ya visto en la implementación del soft fork Taproot en noviembre de 2021.
Esta ola de desarrollos técnicos ha llevado a Maxim Orlovsky, CEO de Pandora, una empresa de soluciones de expansión de blockchain, a proclamar un avance en el logro de los objetivos establecidos por la BIP-300 sin recurrir a un soft fork de la blockchain. Aunque los detalles son escasos, Orlovsky promete un documento esclarecedor que detalla la alternativa viable, utilizando un oráculo para validar la sidechain y llegar a un consenso sobre el estado informado por el oráculo.
Una respuesta dividida de la industria
A pesar de las perspectivas prometedoras planteadas por defensores como Sztorc y el educador Dan Held, quien ve los activos especulativos como una forma de introducir nuevos grupos en la esfera de Bitcoin, la propuesta BIP-300 ha encontrado una feroz oposición. Los críticos expresan preocupaciones sobre posibles aumentos en estafas dentro de la red de Bitcoin, con Cory Klippsten, CEO de Swan Bitcoin, señalando una posible examen regulatorio como consecuencia.