Descenso de la criptomoneda y auge de la tecnología

El mercado bursátil estadounidense continúa su marcha triunfal, impulsado por una ola de euforia en torno a la inteligencia artificial. En la cúspide de este ascenso: Nvidia, cuya capitalización acaba de superar los 5.000 billones de dólares, un récord histórico que redefine una vez más las relaciones de poder entre la tecnología y los criptoactivos. Mientras tanto, Bitcoin retrocede ligeramente, permitiendo que los índices estadounidenses lo superen en el año.

Ascenso vertiginoso de Nvidia

En solo cinco días, las acciones de Nvidia han saltado un 17 %, respaldadas por una avalancha de acuerdos estratégicos relacionados con la IA. Como resultado, su valoración ahora supera la suma combinada de AMD, Arm, ASML, Broadcom, Intel, Lam Research, Micron, Qualcomm y TSMC. Un rendimiento excepcional, alimentado por anuncios espectaculares, asociaciones con Palantir y Samsung, una inversión de mil millones de dólares en Nokia y un proyecto de supercomputadoras en colaboración con el Departamento de Energía de los Estados Unidos. Esta frenesí sitúa a Nvidia como el centro del auge de la inteligencia artificial, representando ahora el 8,3 % del S&P 500 y siendo responsable de casi el 20 % de sus ganancias en 2025.

Microsoft y Apple siguen de cerca, con cada uno alrededor de 4.000 billones de dólares de capitalización, confirmando la dominancia de los “Magnificent Seven” en los mercados globales.

Bitcoin pierde terreno frente a las acciones

En términos de rendimiento, la situación se invierte. Tras un comienzo de año explosivo, Bitcoin ahora muestra un +16 % desde enero, mientras que el S&P 500 sube un 17 % y el Nasdaq se dispara un 24 %. El oro, por su parte, sigue siendo el gran ganador del momento, con un incremento impresionante del 50 %, recordando que los inversores aún se refugian en activos tangibles en tiempos de incertidumbre monetaria.

El BTC se negocia alrededor de 113.000 dólares, aproximadamente un 10 % por debajo de su récord histórico, víctima de tomas de ganancias tras su último rally. Mientras tanto, los flujos institucionales se vuelven a centrar en las acciones tecnológicas, impulsadas por el auge de la IA y las perspectivas de crecimiento de beneficios.

La batalla narrativa entre la cripto y la Big Tech

El año 2025 marca un punto de inflexión simbólico: la tecnología tradicional vuelve a imponerse sobre la criptomoneda. Los inversores institucionales, seducidos durante mucho tiempo por Bitcoin como un activo “antisistema”, están redirigiendo sus capitales hacia valores tangibles, productivos y ahora… impulsados por la inteligencia artificial. Pero la rivalidad no ha terminado. Si bien Nvidia encarna el poder de la revolución de la IA, Bitcoin sigue siendo el barómetro definitivo de la confianza en el sistema financiero mundial. Y en un mercado tan volátil, una simple corrección en las acciones podría ser suficiente para reavivar la dinámica de las criptomonedas.

El equilibrio entre Wall Street y el Web3 nunca ha sido tan frágil, ni tan fascinante de observar.

Artículo anterior

21Shares y el auge del ETF Hyperliquid en Wall Street

Entradas relacionadas