Pavel Durov, fundador de Telegram, liberado tras ser detenido y puesto bajo vigilancia judicial.
Pavel Durov, el fundador y CEO de la aplicación de mensajería Telegram, fue puesto en liberad el miércoles después de haber sido detenido y ahora está bajo vigilancia judicial. El tribunal francés exigió que Durov pague una fianza de 5 millones de euros y que se presente en la comisaría dos veces por semana.
Las acusaciones contra Telegram y Pavel Durov
Telegram, conocido por su avanzada criptografía y su compromiso con la privacidad de los usuarios, ha sido objeto de críticas por parte de varios gobiernos debido a su capacidad para evadir la vigilancia. En este caso, las autoridades francesas acusan directamente a Pavel Durov de facilitar la delincuencia en línea a través de su tecnología.
La investigación es amplia e incluye acusaciones de que Telegram permitió a los usuarios participar en actividades delictivas como el lavado de dinero, la pornografía infantil y el tráfico de drogas. Estas actividades ilegales fueron facilitadas por las herramientas de criptografía de Telegram, lo que dificulta, e incluso imposibilita, su vigilancia por parte de las autoridades.
Las consecuencias para Pavel Durov y Telegram
Después de ser liberado tras su arresto, Durov ha quedado bajo vigilancia judicial, lo que implica que debe permanecer en Francia hasta nuevo aviso. Además de esta restricción de movimiento, se le ha exigido que pague una fianza de 5 millones de euros y que se presente en la comisaría dos veces por semana.
A continuación, se detallan las infracciones por las cuales Pavel Durov ha sido acusado:
- Complicidad en la administración de una plataforma en línea para facilitar transacciones ilícitas en grupo organizado.
- Rechazo de proporcionar, a petición de las autoridades competentes, información o documentos necesarios para realizar y explotar intercepciones autorizadas por la ley.
- Complicidad en delitos, incluyendo la provisión sin motivo legítimo de un programa o datos diseñados para violar un sistema de procesamiento automático de datos, la difusión en grupo organizado de imágenes de menores con contenido pedopornográfico, el tráfico de drogas, el fraude en grupo organizado y la asociación de delincuentes con el fin de cometer delitos.
- Lavado de dinero en grupo organizado.
- Provisión de servicios de criptografía para asegurar funciones de confidencialidad sin una declaración adecuada.
- Provisión e importación de un medio de criptografía que no exclusivamente asegure funciones de autenticación o control de integridad sin una declaración previa.
Esta situación sin precedentes plantea interrogantes sobre el futuro de Telegram como plataforma y las implicaciones para Durov mismo. Aunque este caso pueda parecer aislado, se enmarca en un contexto más amplio en el que las autoridades de varios países intentan regular las plataformas digitales.