Tesla acaba de ofrecer a Elon Musk un paquete de 30 mil millones de dólares en acciones. Sí, 30 mil millones. Esta cantidad fue aprobada por el consejo de administración para retener a un CEO que, de lo contrario, amenazaba con marcharse. En juego: 96 millones de acciones, que elevarían la participación de Musk en Tesla del 13 % al 16 %.
Un ultimátum a 30 mil millones
No es una bonificación, es un mensaje: sin Musk, Tesla pierde su alma. La decisión fue impulsada por un comité especial, compuesto solo por la presidenta Robyn Denholm y la directora Kathleen Wilson-Thompson, antes de ser validada por el consejo. En resumen: todo se hizo para acelerar y asegurar el trato.
Una batalla legal en el trasfondo
Detrás de este mega paquete se encuentra una guerra que lleva 7 años. En 2024, el tribunal de Delaware había anulado un plan de compensación anterior de 56 mil millones de dólares, el más grande en la historia de los Estados Unidos. La jueza Kathaleen McCormick lo consideró abusivo, denunciando la excesiva influencia de Musk sobre los miembros del consejo.
Pero lejos de aminorar, Musk ha aumentado la presión. En varias ocasiones, mencionó su posible marcha si su poder dentro de Tesla no se consolidaba. Durante una reciente llamada con los inversores, dijo:
Un atrevido movimiento estratégico en un contexto incierto
¿Por qué esta decisión ahora? Porque Tesla está en apuros. Las ventas están cayendo, la imagen en Europa se desgasta, y la empresa lucha por tranquilizar frente a las políticas anti-VEM del presidente Trump. Musk, que colaboró brevemente con la administración, la abandonó abruptamente a principios de 2025.
Al mismo tiempo, Tesla está cambiando de rumbo: prioridad a la inteligencia artificial y a los robotaxis autónomos. Un giro ambicioso que requiere reclutar los mejores talentos. Según el consejo, mantener a Musk es clave para lograrlo.
El trato en números
Para recibir la nueva bonificación, Musk debe pagar a la empresa 23,34 dólares por acción restringida en el momento de su adquisición, lo que, según la empresa, corresponde al precio de ejercicio por acción de la prima salarial de 2018. Si finalmente la Corte Suprema de Delaware reactiva el plan anulado, Musk superaría el 20 % de participación en Tesla… y renunciaría a este nuevo bono.
Mientras tanto, el mercado parece aprobar: las acciones de Tesla subieron un 2 % en la apertura.
Daniel Ives, analista de Wedbush, lo ve como un alivio:
Una dependencia arriesgada
Musk sigue siendo el activo número 1 de Tesla. Pero esta dependencia tiene un costo. Entre las presiones judiciales, las tensiones políticas y los resultados decepcionantes, la estrategia de “todo sobre Elon” es una apuesta arriesgada. El consejo lo arriesga todo, esperando que el genio de ayer vuelva a ser el motor del mañana.