Meta, el gigante de las redes sociales, ha anunciado recientemente la introducción de sus servicios Quest en el sector educativo, dirigido a un público joven a partir de los 13 años. Esta iniciativa marca una expansión significativa del uso de la realidad virtual (VR) en contextos educativos, un ámbito que hasta ahora ha sido explorado de manera limitada.
El crecimiento de los cascos VR Quest de Meta en la educación
Los cascos VR de la línea Quest de Meta, descritos como los cascos de realidad extendida (XR) más populares del mercado, desempeñan un papel fundamental en esta nueva oferta. Con una base de usuarios instalada que se pronostica alcanzará más de 34 millones de unidades para finales de 2024, estos dispositivos muestran un crecimiento anual compuesto de aproximadamente un 27,3% desde 2020.
Meta busca mantener su posición de liderazgo en el mercado diversificando su aplicación de las tecnologías XR, centrándose ahora en el mercado educativo después de haber apuntado inicialmente a experiencias individuales como los juegos y los entornos inmersivos puntuales.
Nueva oferta educativa para los Meta Quest
Según una publicación de Nick Clegg, presidente de Asuntos Globales de Meta, se lanzará un nuevo producto específico para la educación más adelante este año para los dispositivos Quest.
Esta oferta permitirá a los profesores, formadores y administradores acceder a una variedad de aplicaciones y funciones específicas para la educación. También ofrecerá la posibilidad de gestionar múltiples cascos Quest simultáneamente, simplificando así su uso en entornos de aprendizaje como las aulas y las sesiones de formación, sin requerir actualizaciones o preparaciones individuales para cada dispositivo.
Aplicaciones concretas en las universidades
Meta ha proporcionado varios ejemplos de uso actual de los cascos Quest en contextos educativos. En la Universidad de Glasgow, un curso de ciencias de la vida sumerge a los estudiantes dentro del cuerpo humano para una experiencia inmersiva.
En la Universidad del Estado de Nuevo México, un curso de justicia penal transporta a los usuarios a una escena de crimen virtual, mientras que en la Universidad Stanford, un curso de comercio prepara a los estudiantes para las entrevistas de trabajo mediante simulaciones.