Deux ans después de ser declarado culpable en uno de los mayores escándalos financieros de la década, Sam Bankman-Fried (SBF) se niega a rendirse. El ex CEO de FTX, ahora tras las rejas, vuelve ante la justicia estadounidense en un intento de obtener un nuevo juicio, una batalla que los expertos consideran casi perdida de antemano.
SBF: un veredicto pesado, una defensa desesperada
En noviembre de 2023, un jurado de Nueva York declaró a SBF culpable de los siete cargos en su contra: fraude masivo contra clientes, inversores y prestamistas de FTX. Un veredicto histórico, en un caso que los fiscales han calificado como “la mayor estafa financiera desde Madoff”. El resultado: 25 años de prisión para el ex golden boy de la cripto.
Desde septiembre del año pasado, la defensa de SBF se aferra a una pequeña esperanza. Acusa al juez Lewis Kaplan de haber privado a su cliente de un juicio justo, impidiéndole presentar ciertas pruebas relacionadas con su “asesoría legal”. En pocas palabras, SBF sostiene que siempre actuó de buena fe, siguiendo las recomendaciones de sus abogados dentro de la empresa.
El caso ahora está en manos de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito, en Nueva York, que debe decidir si esos argumentos merecen una revisión del juicio.
“Una cuesta empinada” para la defensa
Para el abogado y ex fiscal federal Samson Enzer, la lucha parece casi imposible. Según él, lo más interesante será saber si los jueces consideran que la limitación de pruebas relacionadas con la defensa de “presencia de asesoramiento” constituye un error judicial significativo, o simplemente un detalle insignificante.
Howard Fischer, ex funcionario de la SEC y ahora asociado en Moses & Singer LLP, está de acuerdo.
A menos que haya múltiples errores que privan al acusado de un juicio justo, los tribunales de apelación casi siempre confirmarán la conducta del juez.
En resumen: sin fallas importantes en el procedimiento, la esperanza de SBF es mínima.
Una conclusión previsible… pero una carta política por jugar
El veredicto de la Corte de Apelaciones probablemente no se dará hasta dentro de varios meses. Mientras tanto, todas las miradas se dirigen hacia otra opción: el perdón presidencial. Los padres de Bankman-Fried, Joseph Bankman y Barbara Fried, abogan activamente por una intervención del presidente Trump, en un momento en que varias figuras del ecosistema cripto han recibido recientemente indultos.
Pero el historial político de SBF juega en su contra: en 2020, donó más de 5 millones de dólares a la campaña de Joe Biden para contrarrestar a Trump. Es decir, las posibilidades de un perdón presidencial parecen tan escasas como las de un nuevo juicio.
El último esfuerzo honorable
En X, SBF sigue defendiendo su causa. En un extenso mensaje publicado recientemente, afirma que Alameda Research y FTX “nunca estuvieron en quiebra” y que todos los clientes podrían haber sido reembolsados después de la crisis de liquidez de 2022.
Una declaración más en una estrategia de comunicación que roza la obstinación. Pero para un hombre condenado a pasar dos décadas tras las rejas, cada palabra, cada solicitud, cada recurso aún puede tener peso, aunque sea un poco, en la balanza.
