El jueves 31 de marzo de 2022, la enmienda a la que se refiere este artículo de la Academia de la Moneda fue finalmente aprobada en comisión en el Parlamento Europeo, permitiendo que el nuevo reglamento de transferencia de fondos se acerque a su aplicación definitiva.
Las propuestas D y E del Reglamento de Transferencia de Fondos (TFR) se aprobaron con 58 votos a favor y 52 en contra y 62 a favor y 51 en contra, respectivamente, antes de que se aprobara el proyecto completo más tarde.
Los próximos meses se dedicarán a intentar introducir cambios en las propuestas actuales antes de que la enmienda se convierta oficialmente en ley y se ponga en práctica.
Si el texto se mantuviera como está, las criptomonedas estarían oficialmente reguladas en un grado mucho mayor que las monedas fiduciarias en Europa. Repasemos los puntos importantes de la FFT.
La FFT se aplicó por primera vez a los sistemas de pago tradicionales en 2015, antes de ampliarse para cubrir también las transferencias de criptomonedas. Se trata de la aplicación por parte de la UE de la norma sobre viajes del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Sin embargo, el TFR va mucho más allá de las recomendaciones del GAFI, por razones y basándose en fuentes que aún no están claras.
Estas propuestas plantean varios problemas, incluso para cualquier ciudadano honrado que no tenga nada de qué quejarse:
- Para cada transferencia de criptomonedas que implique un monedero “no alojado” (un monedero que sólo controla el usuario, como MetaMask o Ledger), el TFR exige que las plataformas centralizadas recojan información personal sobre el remitente y el destinatario. El TFR también exige que la plataforma verifique la exactitud de la información recogida y que comunique esta información a las autoridades europeas y nacionales de lucha contra el blanqueo de capitales. Esta notificación se haría a petición o automáticamente cuando el valor de la transacción supere
- Esta medida, que es extremadamente difícil y costosa de aplicar, simplemente obligaría a las bolsas a rechazar las transferencias de fondos a las carteras no alojadas
- Esto plantea un enorme problema de seguridad para los usuarios, que tendrían grandes dificultades para asegurar sus fondos en carteras de hardware como Ledger, incluso si accedieran a verificar su información
- En el caso de que estas verificaciones y divulgaciones sean implementadas por las bolsas, otro problema es la seguridad de la información dentro de la propia plataforma: la información personal de los propietarios de carteras no alojadas es una mina de oro para los hackers y los atacantes profesionales de phishing. Estas personas malintencionadas podrían animarse a atacar las bolsas para hacerse con la información personal de los usuarios
Como se puede ver, no se trata de una simple enmienda que podría suponer un problema para los terroristas y las personas que deseen blanquear su dinero utilizando blockchain. Estas medidas liberticidas afectan a todos los usuarios y ponen en peligro su seguridad.
Como la financiación descentralizada no puede detenerse, estas propuestas no proporcionarán la prometida protección al consumidor. Los consumidores podrán utilizar la puerta trasera para llegar al uso de monederos no alojados, en lugar de la ruta tradicional, regulada y segura, a través de plataformas centralizadas.
La aplicación de algunas de las medidas propuestas parece ser mucho más complicada de lo que imaginan sus partidarios. Un ejemplo sencillo es el de los monederos fríos como Ledger o Trezor, que no requieren ningún KYC por el momento. El envío de fondos desde un monedero de este tipo a un intercambio centralizado debería estar sujeto a la verificación de la identidad aunque el monedero que envía los fondos no tenga la información.
Todavía no se ha hecho ninguna propuesta para simplificar estos mecanismos, dejando la sensación de que serán las empresas de criptomonedas las que se adapten a estos cambios sin posibilidad de hacerlo.