Un Cambio Importante en el Programa de Delegación de Validadores de Solana

La Fundación Solana impone que por cada nuevo validador integrado, se excluyan tres validadores existentes que reciben menos de 1,000 SOL, para fortalecer la autonomía de la red.

Alrededor de 150 validadores se verían afectados por esta medida, destinada a reducir la dependencia del apoyo financiero y técnico de la Fundación.

Esta evolución tiene como objetivo limpiar el ecosistema de Solana al fomentar validadores respaldados por el mercado, a pesar de los riesgos para los pequeños operadores debilitados por la disminución de la actividad.

La Fundación Solana anunció un cambio importante en su programa de delegación de tokens para fortalecer la resiliencia de su red. Ahora, por cada nuevo validador integrado en el programa, se excluirán tres validadores existentes que reciben menos de 1,000 SOL de la comunidad. Esta estrategia tiene como objetivo reducir la dependencia excesiva del apoyo de la Fundación y fomentar una legitimidad adquirida directamente de los delegados del mercado.

Alrededor de 150 validadores de Solana en jaque

Según Dan Smith, responsable de datos en Blockworks Research, cerca de 150 validadores se verían afectados por esta nueva regla si se consideran los niveles actuales de staking. La Fundación Solana cuenta con una importante reserva de SOL que utiliza para apoyar a los validadores, ofreciéndoles no solo una delegación de tokens, sino también una cobertura parcial de sus tarifas de votación durante un año, después de la verificación de identidad (KYC). Este apoyo no es incondicional: en junio de 2024, la Fundación ya había expulsado a varios validadores por el uso de mempools privados propicios para ataques tipo sandwich.

Una evolución necesaria para el ecosistema Solana?

Aunque este programa ha contribuido a un rápido desarrollo del ecosistema de validadores (el 72% de ellos todavía recibía el apoyo de la Fundación el año pasado, según Helius), el mantenimiento artificial de algunos actores debilita a largo plazo la autonomía de la red. Al eliminar gradualmente este apoyo, la Fundación obliga a los validadores a buscar apoyo auténtico de los titulares de SOL o abandonar el ecosistema.

Esta decisión, aunque esencial para la limpieza de la red, corre el riesgo de debilitar aún más a los pequeños validadores, que ya se ven afectados por la disminución de la actividad en Solana. Entre la reducción del volumen de transacciones, la limitación del programa de delegación y la perspectiva de una futura disminución de la inflación de Solana, los desafíos se acumulan para los operadores menos sólidos.

Un paso hacia una red más madura para Solana

La reorientación de la Fundación Solana marca una transición importante: pasar de un modelo de apoyo generalizado a una selección más natural de los validadores capaces de prosperar por sí mismos. Al fomentar la aparición de actores independientes, Solana apuesta por una infraestructura más robusta, mejor alineada con los principios de descentralización y sostenibilidad a largo plazo.

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