BlackRock expande su fondo tokenizado BUIDL a Solana y afirma su estrategia multi-cadenas en DeFi

BlackRock, el gigante de la gestión de activos, continúa su incursión en el mundo de los activos digitales al expandir su fondo monetario tokenizado BUIDL a la blockchain de Solana. Después de su lanzamiento inicial en Ethereum en 2023, este vehículo de inversión híbrido respaldado por efectivo y bonos del Tesoro de Estados Unidos ahora se despliega en siete redes: Ethereum, Polygon, Aptos, Arbitrum, Optimism, Avalanche y ahora Solana. Esta elección refleja la creciente ambición de los actores institucionales de establecerse en el ecosistema web3.

BUIDL de BlackRock: Una ofensiva estratégica en siete blockchains

Esta expansión a Solana no es casual. La blockchain se distingue por su rapidez, escalabilidad y bajos costos de transacción, cualidades que la hacen especialmente atractiva para albergar productos financieros de alto volumen. Carlos Domingo, CEO y cofundador de Securitize, socio de BlackRock en la emisión de BUIDL, destaca que “el crecimiento de los activos tokenizados del mundo real confirma el creciente interés en productos institucionales integrados nativamente en la blockchain”.

BUIDL permite a los titulares beneficiarse del rendimiento seguro de los bonos del Tesoro, al tiempo que acceden a una infraestructura de liquidación continua sin las limitaciones horarias de los mercados tradicionales. Es esta convergencia entre rendimiento, liquidez y accesibilidad lo que hace que este modelo sea tan disruptivo.

Una competencia feroz en el mercado de bonos del Tesoro tokenizados

BlackRock no está solo en esta apuesta. Franklin Templeton ofrece un producto similar respaldado por una capitalización de 692 mil millones de dólares, con más de 550 titulares. Por otro lado, Figure Markets ha lanzado recientemente YLDS, una stablecoin rendimiento, mientras que Ondo Finance y Hashnote también comercializan sus propias versiones de bonos del Tesoro tokenizados, a través de USYC o USDY.

En un año, este mercado en rápido crecimiento se ha multiplicado por seis, alcanzando ahora más de 5 mil millones de dólares. Para los gestores de activos, la oportunidad es doble: capturar los flujos inactivos en busca de rendimiento y ofrecer a los inversores una alternativa más fluida y programable a los fondos tradicionales.

Una transformación silenciosa pero irreversible

El desarrollo de BUIDL ilustra una tendencia generalizada: la tokenización de los activos tradicionales se está imponiendo como una fuerza dominante en las finanzas globales. Para BlackRock, ya no se trata simplemente de una apuesta tecnológica, sino de una posición estratégica para capturar los flujos del futuro. El puente entre Wall Street y la blockchain se está consolidando, una cartera a la vez.

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