El Oro y Bitcoin en la Carrera por Ser Valor Refugio

El oro se acerca a su ATH de 3,499 dólares, impulsado por un fenómeno de ‘bull steepening’: las tasas cortas caen más rápido que las tasas largas, reduciendo el costo de oportunidad de poseer activos sin rendimiento.

L’onza de oro cerca de su ATH a 3,500 dólares

El oro coquetea nuevamente con su máximo histórico. El metal amarillo ahora se negocia alrededor de 3,480 dólares por onza, casi alcanzando el récord absoluto de 3,499 dólares alcanzado en abril pasado. En solo diez días, su precio ha aumentado más del 5 %. Un resurgimiento de poder explicado menos por una repentina carrera hacia las cajas fuertes que por una mecánica discreta pero tremendamente influyente: la curva de tasas estadounidense.

La magia del ‘bull steepening’

La curva de rendimiento del Tesoro de EE. UU. se ha inclinado fuertemente en agosto. La diferencia entre los rendimientos a 10 años y a 2 años ha alcanzado 61 puntos básicos, el más alto desde enero de 2022. Aún más impresionante, la brecha entre los rendimientos a 30 años y a 2 años se eleva a 1,30 %, lo nunca antes visto desde noviembre de 2021.

Este movimiento, conocido como ‘bull steepening’, se basa en una rápida caída en el rendimiento a 2 años (3,62 %, una disminución de 33 puntos básicos), mientras que el rendimiento a 10 años retrocede de manera más modesta al 4,23 %. En resumen, las tasas cortas se desploman más rápido que las tasas largas. Y para activos sin rendimiento como el oro, es un combustible formidable.

¿Por qué brilla nuevamente el oro?

Durante la fase de aumento de tasas iniciada por la Fed entre 2022 y 2024, los inversores habían huido del oro. Los ETF respaldados por el metal perdieron casi 800 toneladas de reservas. Hoy, con la relajación de las tasas cortas, el costo de oportunidad de poseer oro se desvanece. Resultado: el apetito vuelve.

Los rendimientos a corto plazo más bajos reducen el costo de oportunidad del oro. Para muchos inversores institucionales, esto finalmente abre una ventana para reajustar su posición.

¿Una señal para Bitcoin?

El impacto no se limita solo al oro. Bitcoin (BTC), actualmente cerca de 109,000 dólares, se beneficia de las mismas lógicas. Al igual que el oro, no paga intereses ni dividendos. Por lo tanto, su atractivo crece cuando las tasas cortas retroceden. Los inversores lo ven como una reserva de valor alternativa, a menudo calificada como ‘oro digital’.

La resistencia de las tasas largas también refleja otra realidad: el temor persistente a una inflación persistente y una deuda pública estadounidense fuera de control. En este clima, los activos percibidos como refugios, liderados por el oro y seguidos por Bitcoin, encuentran un terreno favorable. Sin embargo, Bitcoin se estanca; Después de un nuevo ATH muy por encima de los 120,000 dólares, el oro digital se ralentiza, mientras que su contraparte física está recuperando fuerza.

Inflación, política y credibilidad

El rendimiento de los bonos se divide en dos partes: la anticipación de la inflación (alrededor del 2,45 % a diez años) y el rendimiento real exigido por los inversores. Hoy, ambas componentes apuntan a una mayor exigencia de protección contra el riesgo fiscal y contra posibles presiones políticas sobre la Fed.

En otras palabras, el mercado duda de la capacidad de EE. UU. de mantener una trayectoria presupuestaria creíble sin comprometer la independencia del banco central. Este ambiente beneficia mecánicamente al oro, pero también podría favorecer a Bitcoin, que gana legitimidad como un refugio en un sistema debilitado.

Mercado bajo presión

Las fases de bull steepening no son neutrales para otras clases de activos. Históricamente, van acompañadas de una subida de mineras de oro y una disminución del rendimiento del Nasdaq ja; tambien de Bitcoin. Bitcoin, híbrido entre tecnología especulativa y refugio de valor, se encuentra en una posición singular: atrapado entre su correlación con el Nasdaq y su imagen de oro digital.

La ecuación es clara: si el oro supera su récord histórico en las próximas semanas, el movimiento podría arrastrar a Bitcoin detrás de él, ofreciendo al mercado cripto una nueva ola de legitimidad frente a las turbulencias de la tradicional. Por el contrario, el interés por Bitcoin como valor de refugio se vería nuevamente aplazado…

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