El memecoin del presidente aumenta un 70% después de la noticia de una cena privada con Donald Trump reservada para los 220 mayores poseedores del memecoin
El token TRUMP, presentado como la criptomoneda “oficial” del presidente estadounidense, experimentó un aumento del 70% el miércoles por la noche después del lanzamiento de un evento sin precedentes: los 220 mayores poseedores del token están invitados a una cena privada con Donald Trump en su club exclusivo para miembros, ubicado en Washington D.C. Este simple anuncio en el sitio web del proyecto fue suficiente para revitalizar el interés especulativo en este token controvertido.
Aumento del volumen a pesar de los fundamentos frágiles
La noticia brevemente impulsó el token TRUMP a $16, un nivel no alcanzado desde principios de marzo. A pesar de una rápida caída a $12, el token todavía mostraba un aumento neto de casi el 40% en 24 horas. Esta explosión de precio ocurre en un contexto de importante dilución: $300 millones de tokens anteriormente bloqueados fueron liberados el 18 de abril. Según los datos de Tokenomist, el 75% de la oferta aún está bloqueada, pero se espera otro evento masivo de desbloqueo para julio, con más de $600 millones de tokens adicionales en circulación.
TRUMP: Una historia marcada por la controversia
El token TRUMP fue lanzado solo unos días antes de la inauguración de Donald Trump el 20 de enero de 2025. Desde su lanzamiento, fue duramente criticado por la industria cripto por su oportunismo político y las asignaciones excesivas a los iniciados. Su creación simbolizaba el punto máximo de la especulación frenética en los mercados cripto. Pocos días después, el Bitcoin perdió más del 30% de su valor, arrastrando consigo a altcoins poco sólidos que vieron su capitalización caer entre un 80% y un 90%.
Un rebote lejos del pico
A pesar del espectacular aumento en las últimas horas, el memecoin TRUMP todavía está muy por debajo de su máximo histórico alcanzado el 19 de enero: $73. El token ha perdido más del 80% de su valor desde ese pico, destacando la fragilidad de su modelo económico, basado más en el culto a la personalidad que en una utilidad tecnológica real. La cena presidencial actúa menos como una validación institucional que como un foco temporal en un activo altamente especulativo que debe sobrevivir frente a los desbloqueos masivos.
