Dentro de un drama judicial que parece sacado directamente de una película, la sucesión en quiebra del exchange de criptomonedas FTX está en conflicto con los padres de su fundador y ex CEO, Sam Bankman-Fried. Joseph Bankman y Barbara Fried enfrentan una demanda para recuperar millones que habrían sido sustraídos de los fondos de la empresa. Los demandantes acusan a la pareja de utilizar su amplia experiencia y posición en el mundo académico legal para facilitar esta supuesta estafa, socavando así los cimientos del grupo FTX.
Alegaciones de gastos ostentosos e influencia política
Barbara Fried, además de ser co-demandada en este caso, también ha sido señalada como la mente maestra detrás de la estrategia de contribuciones políticas de Sam Bankman-Fried. Además, se presume que ha utilizado su posición destacada en un comité de acción política para redirigir sumas sustanciales hacia las causas respaldadas por el comité. Este laberinto financiero también revela gastos extravagantes, como estadías en hoteles de lujo y salarios elevados, supuestamente sustraídos de las arcas de FTX.
Los padres de SBF reciben $10 millones como regalo
Su dominio del derecho fiscal y su comprensión única de la estructura compleja del Grupo FTX le han permitido facilitar la transferencia de una donación en efectivo por un total de 10 millones de dólares para sí mismo y Fried, proveniente de fondos de Alameda Ltd.
A medida que los documentos judiciales se desentraman, revelan una red complicada de transacciones financieras e influencia. En el centro se encuentra una propiedad llamada ‘Blue Water’, por la cual se pagó una sorprendente suma que supera los 18 millones de dólares. Además, los documentos acusan a Joseph Bankman de aprovechar su profundo entendimiento de las leyes fiscales y la compleja estructura corporativa de FTX para orquestar transferencias que suman millones, incluyendo un regalo en efectivo de 10 millones de dólares para sí mismo y Fried proveniente de los fondos de Alameda Ltd.