Macron defiende la ambición francesa en IA y reconoce el atraso con Estados Unidos
Emmanuel Macron, entrevistado por el youtuber Micode, muestra una clara ambición para la inteligencia artificial en Francia. “Tenemos todo para ganar esta batalla”, afirma, citando la creación de un modelo de lenguaje francés, Mistral, y el creciente uso de IA en el Elíseo. Incluso el presidente confiesa que prueba regularmente herramientas de IA en su tablet, aunque con humor aclara:
“No uso IA para mis discursos o mis correos electrónicos… de hecho, ¡no tengo correos electrónicos desde que soy presidente!”
El ataque al ingenio francés, ¿un obstáculo para la innovación?
“El que tiene éxito es aquel que ha fracasado 15 veces, pero que se ha levantado en la decimosexta”.
Al ser interrogado sobre la tendencia francesa a sabotearse a sí mismos, Macron denuncia un “problema cultural con el fracaso”. Aboga por aceptar el error y destaca la necesidad de superar la aversión francesa a la innovación: “A veces somos más precavidos, incluso preocupados, frente a los avances tecnológicos”.
109 mil millones de euros: una inversión masiva… pero extranjera
El anuncio de una inversión de 109 mil millones de euros en IA es intrigante. Macron aclara que “es dinero privado, no público”. Menciona empresas como Thales, Orange y MGX, con sede en los Emiratos, y reconoce una falta de capital europeo: “No tenemos suficientes inversores financieros. Debemos liberar el ahorro europeo para financiar la innovación”.
El presidente enfatiza la necesidad de una reforma de las reglas financieras en Europa:
“Si queremos más independencia, necesitamos nuestros propios fondos. De lo contrario, nuestras startups seguirán cediendo ante los inversores estadounidenses”.
¿Puede Francia aún recuperar su retraso?
Frente a las críticas sobre el retraso francés, Macron defiende su historial: “No hemos esperado a los titulares. Desde 2017 hemos lanzado una estrategia de IA”. Sin embargo, la brecha con los Estados Unidos sigue siendo evidente: 8 mil millones de inversión en Francia frente a 254 mil millones al otro lado del Atlántico. Para él, el desafío es claro:
“Nuestras grandes empresas deben ser patriotas. Peugeot y Citroën lo han entendido al elegir a Mistral como asistente a bordo”.
Además, admite fallas, como en el campo del cloud, donde Francia ha sido superada por los gigantes estadounidenses. Pero se niega a rendirse: “En cuanto a los centros de datos y la capacidad de cálculo, no todo está perdido. Tenemos la ventaja de tener una electricidad baja en carbono gracias a la energía nuclear”.
El presidente también reconoce una disminución en el nivel de matemáticas, que es fundamental para la IA.
“Siempre tenemos genios, pero también muchas desigualdades y deserciones, especialmente entre las mujeres”.
Él confía en la IA para mejorar la educación: “La tutoría personalizada gracias a la IA es la clave”.
La palabra final: ambición y realismo
Desde su tic de lenguaje favorito – “fenomenal” – hasta los desafíos del cloud, Macron muestra una ambición desenfadada. “Francia puede ganar la batalla de la IA”, asegura, llamando a un “reflejo de poder” y a un patriotismo económico europeo, pero ¿realmente tiene el país la capacidad para lograrlo en su estado actual?