FTX acuerda pagar 200 millones de dólares al IRS
La plataforma de criptomonedas FTX, que actualmente está en quiebra, y el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos han propuesto un acuerdo de liquidación que implicaría que la compañía pague casi mil millones de dólares al gobierno.
Esta cantidad, exactamente 885 millones de dólares, contrasta significativamente con los 24 mil millones de dólares originalmente solicitados por el IRS.
Según el plan propuesto, los deudores de FTX se comprometen a pagar 200 millones de dólares al IRS dentro de los 60 días posteriores a la confirmación del acuerdo. El resto, es decir, 685 millones de dólares, se pagarán “en la medida de los fondos disponibles de acuerdo con el acuerdo”. Esto significa que esta deuda se considera de menor prioridad y se pagarán otras reclamaciones primero.
Procedimientos judiciales y reacciones
Se ha programado una audiencia sobre esta moción para el 25 de junio ante el juez John Dorsey, quien supervisa los procedimientos de quiebra. En diciembre pasado, los deudores de FTX impugnaron la deuda de 24 mil millones de dólares exigida por la agencia fiscal, destacando que FTX, cuando estaba en funcionamiento, “nunca generó cantidades remotamente capaces de justificar una demanda del IRS de 24 mil millones de dólares en impuestos”.
Cabe destacar que el IRS había alegado originalmente que FTX debía cerca de 44 mil millones de dólares en impuestos, una suma que fue reducida a la mitad por la misma agencia. El acuerdo propuesto elimina otro obstáculo en el camino de FTX para concluir su procedimiento de quiebra. A finales de este mes, se celebrará una audiencia para discutir el plan de reorganización propuesto por la estancia.
A principios de mayo, la estancia anunció haber reunido entre 14.5 y 16 mil millones de dólares para pagar a los acreedores. Sin embargo, el plan ha recibido opiniones divididas por parte de los críticos. Algunos acreedores están descontentos porque sus reclamaciones se pagarán al precio de las criptomonedas en noviembre de 2022, un aspecto del plan que se impugnó a principios de año, aunque el juez Dorsey declaró que el código era “muy claro”.