Veredicto Controvertido en el Desarrollo Web3

Roman Storm, co-fundador de Tornado Cash, fue declarado culpable de operar un servicio de transferencia de dinero sin licencia, a pesar de la naturaleza open source y no custodial del protocolo.

Un desarrollador juzgado como un banquero?

El jurado no retuvo las acusaciones más graves de lavado de dinero y violación de sanciones, ilustrando los límites de la evidencia y un debate legal complejo.

Esta decisión sienta un preocupante precedente para los desarrolladores Web3, exponiéndolos a procesos por el uso ilícito de sus herramientas open source.

Storm no operaba una plataforma centralizada ni tenía cuentas de clientes. Él contribuía al desarrollo de un protocolo open source de privacidad financiera. Sin embargo, las autoridades estadounidenses consideraron que esto era suficiente para considerarlo un “transmisor de dinero”, una calificación normalmente reservada a empresas como Western Union o PayPal.

Este punto en particular ha sido objeto de controversia desde el comienzo del caso. Para muchos abogados del sector, incluido Alex Urbelis de Ethereum Name Service, esta decisión refleja una profunda falta de comprensión.

El jurado no comprendió la diferencia entre una herramienta no custodial como Tornado Cash y una plataforma de servicios financieros convencional. Este veredicto debería haber sido imposible.

Desacuasiones gravísimas… pero sin prueba suficiente

Storm también fue acusado de ayudar a ciberdelincuentes, incluido el grupo norcoreano Lazarus, a blanquear más de mil millones de dólares a través de Tornado Cash. Estas acusaciones, ampliamente difundidas desde 2023, se basaban en una lógica implacable: hacer responsables a los desarrolladores por el uso ilícito de su código.

Pero a pesar de cuatro días de deliberaciones y dos “cargas Allen” (procedimientos para forzar un veredicto), el jurado se mantuvo dividido. El juicio concluyó con una sola condena y una gran interrogante sobre lo que vendrá.

No hay prisión (por ahora), pero la amenaza persiste

La fiscalía intentó encarcelar a Storm inmediatamente después del veredicto, argumentando sobre sus orígenes kazajos y su supuesta capacidad para huir. Pero la jueza Failla no quedó convencida. Storm, ciudadano estadounidense que vive en Seattle y padre de una niña de cinco años, sigue en libertad bajo fianza hasta nuevo aviso.

“Tiene todas las razones para quedarse y luchar”, sentenció la jueza. Una frase que resume el espíritu de los defensores de Storm, decididos a apelar.

El espectro de la jurisprudencia Tornado Cash

Este veredicto llega en un momento crucial: una semana después de que los desarrolladores de Samourai Wallet se declararon culpables en un caso similar para evitar penas más severas. Existe un gran riesgo de que surja una jurisprudencia peligrosa para los desarrolladores de software open source.

Amanda Tuminelli, del DeFi Education Fund, denuncia una “acusación fundamentalmente defectuosa” y pide al nuevo Departamento de Justicia bajo Trump que retire los cargos restantes.

El juicio de Roman Storm no ha concluido. Pero una cosa es segura: el asunto va más allá de su caso personal. Se está redefiniendo la línea entre la libertad de codificar y la responsabilidad penal, a golpes de martillo judicial.

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