Telegram, una de las aplicaciones de mensajería más populares y conocida por su sólido cifrado, está en medio de una controversia que podría cambiar su reputación como defensor de la privacidad.
Una transformación de Telegram post-arresto
La detención de Pavel Durov, fundador y figura emblemática de Telegram, ha marcado un punto decisivo en la forma en que la aplicación maneja los datos de los usuarios. Las autoridades francesas acusan a Telegram de permitir que algunos de sus usuarios se aprovechen del anonimato proporcionado por la plataforma para actividades ilegales como el tráfico de drogas, la difusión de contenido pedopornográfico y el fraude.
Ante estas graves acusaciones, Durov reaccionó rápidamente. En un mensaje publicado en Telegram, afirmó que “encontrar el equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad no es una tarea fácil”. También prometió cambios para colaborar mejor con las autoridades sin comprometer la protección de los usuarios honestos.
Una nueva política de privacidad
El lunes por la noche, Telegram actualizó sus términos de servicio, introduciendo una serie de cambios importantes. Ahora, la aplicación se compromete a compartir información sensible como la dirección IP y el número de teléfono de los usuarios con las autoridades judiciales, pero solo en el contexto de investigaciones sobre presuntas actividades criminales. Anteriormente, Telegram solo revelaba esta información en casos de sospecha de terrorismo.
Un impacto inmediato en el mercado
El anuncio de estos cambios no solo ha tenido repercusiones en los usuarios de la aplicación, sino también en el mercado de las criptomonedas relacionadas con Telegram. Toncoin (TON), una criptomoneda asociada a la plataforma, ha experimentado una caída del 1% tras la publicación de la noticia por parte de Bloomberg, situándose en torno a los 5,62 dólares.
Estos cambios en los términos de servicio de Telegram llegan en un momento crucial para la empresa. La detención de Pavel Durov no solo ha perturbado el liderazgo de la empresa, sino que también ha desencadenado una ola de críticas sobre el uso de la plataforma para actividades ilícitas. Actualmente en libertad bajo fianza, a Durov se le ha ordenado permanecer en Francia hasta que concluya la investigación, lo que podría seguir afectando las decisiones futuras de la empresa.
Estos cambios también podrían modificar la percepción de los usuarios sobre la seguridad y la privacidad que ofrece Telegram. Si muchos usuarios valoraban la aplicación por su cifrado de extremo a extremo y su negativa a colaborar con los gobiernos, esta nueva orientación podría llevarlos a buscar alternativas más rigurosas en términos de protección de datos.