El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) y el Banco de Pagos Internacionales (BPI) advierten que la tokenización de activos reales, aunque innovadora, puede presentar vulnerabilidades para la estabilidad financiera global si se adopta masivamente sin un marco regulatorio adecuado.
Se identifican tres vulnerabilidades principales: los riesgos relacionados con el activo subyacente tokenizado, la falta de regulación de los participantes en proyectos de tokenización y los posibles problemas de interacción con los sistemas financieros existentes.
A pesar de estas advertencias, la adopción de la tokenización continúa, con muchas naciones y empresas explorando activamente esta tecnología. El FSB y el BPI llaman a una regulación estricta y a la armonización de normas internacionales para gestionar los riesgos y maximizar los posibles beneficios.
La tokenización de activos reales en expansión global
En un mundo financiero en constante cambio, la tokenización de activos reales se presenta como una revolución tecnológica importante. Sin embargo, según informes recientes del FSB y el BPI, esta innovación también podría convertirse en una fuente de vulnerabilidad para la estabilidad del sistema financiero global.
Las dos organizaciones, encargadas de monitorear los riesgos y proponer recomendaciones en materia de regulación financiera, lanzan una advertencia sobre los potenciales peligros de una adopción masiva de esta tecnología sin un marco regulatorio adecuado.
Tres vulnerabilidades identificadas
El FSB, cuya misión es mantener la estabilidad financiera global, destaca tres principales vulnerabilidades asociadas con la tokenización:
- El activo de referencia: El subyacente que se tokeniza puede presentar riesgos, especialmente en términos de liquidez y estabilidad. Si este activo pierde valor o se vuelve difícil de intercambiar, podría tener repercusiones en el mercado de los tokens asociados.
- Los participantes en proyectos de tokenización: Los actores involucrados en proyectos basados en la tecnología de registros distribuidos (DLT) pueden no estar sujetos a los mismos estándares de regulación que las instituciones financieras tradicionales, lo que aumenta los riesgos de mala gobernanza o conflictos de intereses.
- La interacción con los sistemas existentes: La tecnología de la tokenización aún debe demostrar su compatibilidad con las infraestructuras financieras actuales. Pueden surgir fallas cuando estas nuevas tecnologías interactúan con sistemas más antiguos, lo que introduce riesgos operativos y técnicos.
Estos puntos fueron señalados por Klaas Knot, presidente del FSB, en una carta dirigida a los miembros del G20, donde señaló que si la tokenización continúa creciendo sin un marco adecuado, podría crear productos complejos y opacos negociados de manera automatizada, lo que aumentaría los riesgos sistémicos.
La perspectiva del BPI: beneficios, pero también riesgos existentes
En su informe presentado al G20, el BPI reconoció los beneficios de la tokenización, como la reducción de los costos asociados con el uso de diferentes sistemas para intercambiar activos. Sin embargo, destaca que los riesgos tradicionales, como el riesgo crediticio, de liquidez y cibernético, siguen siendo aplicables en el contexto de los sistemas de tokenización.
Uno de los puntos de preocupación es el cambio en la estructura del mercado que introduce la tokenización. Cuando varias funciones, históricamente separadas, se centralizan en una misma plataforma, los roles de los intermediarios cambian, lo que puede generar conflictos de intereses. Esta concentración de poder en una sola infraestructura plantea preguntas sobre la gobernanza y la transparencia.
Una llamada constante a una regulación rigurosa
En general, el mensaje de las dos instituciones es claro: la tokenización podría convertirse en un pilar del sistema financiero futuro, pero debe ir acompañada de una regulación estricta para evitar que se convierta en un factor de desestabilización. El FSB, en su informe sobre la hoja de ruta de las criptomonedas, señaló que aunque muchos países han comenzado a implementar medidas regulatorias en este sector, persisten incoherencias de una jurisdicción a otra. La armonización de las regulaciones y la adopción de estándares internacionales son esenciales para mitigar los riesgos y maximizar los posibles beneficios de esta tecnología.