El presidente argentino Javier Milei se defiende de un “pump-and-dump” después de compartir la memecoin LIBRA en X, provocando una caída del 94% y acusaciones de fraude.
Milei admite haberse reunido con KIP Protocol pero niega cualquier implicación en el token LIBRA, atribuyendo la culpa a inversores extranjeros.
Milei juega con la definición de ‘promoción’, afirmando que simplemente ‘compartió’ el token y que solo 4 o 5 argentinos estarían involucrados.
Una polémica en torno a la promoción del memecoin LIBRA
El presidente argentino Javier Milei se encuentra en medio de un escándalo llamado “Libragate” después de compartir en X (ex-Twitter) información sobre el token LIBRA, lo que provocó un entusiasmo masivo seguido de un colapso abrupto en su valor. Acusado de orquestar un “pump-and-dump”, Milei se defiende firmemente: “No promoví, compartí”. Esta distinción es crucial para él, mientras enfrenta cargos por fraude y una amenaza de destitución.
Una caída vertiginosa y acusaciones de manipulación
El token LIBRA, nativo de la blockchain Solana, alcanzó una capitalización de 4,56 mil millones de dólares el 14 de febrero, inmediatamente después de la publicación de Milei. Pero la eliminación rápida de su publicación junto con las ventas de personas internas provocaron una caída inmediata del 94%, suscitando indignación. Sin embargo, Milei rechaza toda responsabilidad: “Actué de buena fe y recibí un golpe”. Insiste en que no tenía ninguna conexión con la empresa detrás del proyecto y que no conocía los detalles técnicos.
Una implicación indirecta pero asumida del presidente argentino
Milei admite haberse reunido con los representantes de KIP Protocol en octubre de 2023, una empresa especializada en infraestructura de pago web3, pero afirma que no se discutió el lanzamiento de un token. KIP también negó cualquier implicación en la creación o gestión del token LIBRA, presentándose como un simple proveedor técnico.
Inversores principalmente extranjeros, según Milei
Frente a las preocupaciones sobre las pérdidas sufridas por los inversores, Milei minimiza el impacto en Argentina:
“Quizás solo cuatro o cinco argentinos han perdido dinero. La mayoría son inversores chinos y estadounidenses.”
Describe a los inversores de LIBRA como traders especializados en la volatilidad, conscientes de los riesgos. “Los que participaron sabían lo que estaban haciendo”, afirma, rechazando cualquier responsabilidad estatal: “El Estado no ha perdido ni un peso.”
Una defensa teñida de tecnoptimismo
Milei, conocido por su entusiasmo hacia las tecnologías financieras, justifica su compartición como un apoyo a iniciativas que favorecen el financiamiento de emprendedores tecnológicos:
“Soy un tecnoptimista incondicional. Cualquier iniciativa que mejore el financiamiento de los emprendedores tech me interesa.”
Sin embargo, reconoce una lección que aprender de este incidente: “Debo entender que después de convertirme en presidente, ya no puedo actuar como antes. Debo elevar mis filtros y ser menos accesible.”