Mette Frederiksen advierte sobre la dependencia tecnológica de Europa a China
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, advierte a Europa contra una excesiva dependencia de la tecnología china, destacando las lecciones aprendidas de la dependencia del gas ruso.
Frederiksen enfatiza la necesidad de diversificar las fuentes tecnológicas y fortalecer las inversiones europeas para evitar errores del pasado, sin especificar si esto implica restricciones comerciales.
Frederiksen insiste en la necesidad de una cooperación reforzada para la seguridad europea, especialmente ante las amenazas de la “flota fantasma” rusa y la invasión de Ucrania.
Europa, que ha aprendido de manera dolorosa las consecuencias de depender demasiado de un proveedor único, como lo hizo con el petróleo y gas ruso, debe evitar repetir el mismo error con China en cuestión de tecnología.
Ese es el mensaje principal de Mette Frederiksen, la primera ministra danesa, que ha señalado recientemente la importancia de que la Unión Europea diversifique sus fuentes tecnológicas.
En una entrevista con el Financial Times, Frederiksen ha enfatizado la necesidad de cambiar la actitud europea frente a los desafíos geopolíticos actuales, especialmente en lo que respecta al ascenso de China. Ha expresado su preocupación por el apoyo implícito de Pekín a la prolongada invasión de Ucrania por parte de Rusia, instando a Europa a ser cautelosa y a fortalecer sus inversiones en tecnologías locales.
La amenaza de la dependencia tecnológica
Estábamos demasiado dependientes de gas y petróleo rusos, y ahora corremos el riesgo de hacer lo mismo con China para muchas tecnologías, lo cual es un gran error.
Frederiksen ha advertido que Europa corre el riesgo de repetir los errores del pasado al volverse demasiado dependiente de China para algunas tecnologías críticas. Sin embargo, no ha especificado si apoya la imposición de restricciones comerciales para reducir esta dependencia.
El foro de seguridad Globsec, donde Frederiksen dio su discurso, también contó con la participación de personalidades como Petr Pavel, presidente de la República Checa, quien resaltó el papel clave que China podría desempeñar para poner fin a la agresión rusa en Ucrania. Joseph Wu, secretario general del Consejo Nacional de Seguridad de Taiwán, sugirió que Europa podría reducir su dependencia de China fortaleciendo una cadena de suministro democrática y resistente con socios que comparten los mismos valores, como Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Taiwán.
Una cooperación reforzada para la seguridad europea
La primera ministra danesa también abordó el tema de la “flota fantasma” rusa, una red de barcos utilizados por Moscú para evadir las sanciones occidentales y respaldar su economía de guerra. Frederiksen destacó el riesgo ambiental que representan estos barcos, que atraviesan regularmente los estrechos daneses, pero no especificó las medidas específicas que la Unión Europea podría tomar para contrarrestar esta amenaza.
Dinamarca, pionera en el apoyo militar a Ucrania, ya ha proporcionado munición y aviones de combate F-16 a Kiev. Frederiksen instó a los aliados occidentales a eliminar las “líneas rojas” restantes en cuanto al suministro de armas a Ucrania, afirmando que las restricciones en la entrega de armas eran un error estratégico.
No tenemos tiempo para vacilaciones. Frente a una guerra como la que está experimentando Ucrania, con consecuencias globales para todos nosotros, establecer límites solo da ventaja al enemigo. Lo que es necesario en Ucrania, debemos proporcionárselo.
En resumen, los comentarios de Mette Frederiksen ponen de relieve una Europa en una encrucijada, donde se cuestiona la dependencia de potencias extranjeras, ya sean rusas o chinas. La primera ministra danesa llama a una reevaluación de las prioridades estratégicas de Europa, destacando la importancia de la autonomía tecnológica y la solidaridad en el contexto de los desafíos geopolíticos actuales.