Impuesto universal para los franceses residentes en paraísos fiscales

Un nuevo proyecto de ley aprobado por la comisión de finanzas de la Asamblea Nacional establece un impuesto universal para los franceses que han residido al menos tres años en Francia y ahora viven en países donde la fiscalidad es más del 50% inferior a la de Francia.

Un impuesto universal para los franceses residentes en paraísos fiscales

La enmienda recientemente aprobada por la Asamblea Nacional modifica el artículo 4 bis del código general de impuestos para establecer un sistema de imposición que se aplica a las personas de nacionalidad francesa que han residido al menos tres años en Francia en los últimos diez años y que han trasladado su residencia fiscal a un estado cuya fiscalidad es más del 50% inferior a la de Francia.

Estas personas, aunque residen fuera de Francia, estarán sujetas ahora a una imposición adicional sobre sus ingresos laborales, de capital y de patrimonio. Sin embargo, se beneficiarán de un crédito fiscal equivalente al impuesto que ya hayan pagado en su país de residencia. Esta medida busca directamente frenar el exilio fiscal hacia paraísos fiscales y garantizar que los contribuyentes más adinerados no puedan evitar contribuir al presupuesto nacional simplemente mudándose a países con una fiscalidad reducida.

Un impacto directo en los residentes en el extranjero y los actores del sector cripto

Para los franceses residentes en el extranjero, especialmente en jurisdicciones populares por su régimen fiscal favorable, a menudo elegidas por los inversionistas cripto, esta nueva regulación podría cambiar la gestión de sus activos. Los residentes franceses en países como Portugal o Dubái, donde las ganancias de criptoactivos están poco o nada gravadas, ahora deberán tener en cuenta esta nueva imposición universal.

Buscando luchar contra el exilio fiscal, este dispositivo apunta a los países cuya carga impositiva es al menos un 50% inferior a la de Francia, ya sea en términos de impuestos sobre los ingresos laborales, de capital o de patrimonio. Compatible con la legislación europea, esta disposición respeta los cientos de convenios fiscales que Francia ya ha firmado con otros países.

Sin embargo, un punto de la enmienda podría salvarlos. De hecho, dado que ‘respeta los centenares de convenios fiscales que Francia ya ha firmado con otros países‘, esta enmienda tendría finalmente poco impacto, ya que Francia ya ha firmado convenios fiscales con la mayoría de los países del mundo.

Esto se suma a un contexto fiscal cada vez más restrictivo para los poseedores de criptomonedas. Al mismo tiempo, el gobierno francés, con el aumento previsto del impuesto único del 30% al 33% para 2025, está ejerciendo una mayor presión sobre los ingresos de inversiones financieras, incluidas las ganancias en criptoactivos. Esta doble medida, tanto nacional como internacional, pone de relieve el esfuerzo de Francia por combatir la evasión fiscal y preservar sus ingresos fiscales.

Luchar contra el dumping fiscal en Europa y más allá

Esta nueva votación es parte de un enfoque más amplio para limitar los efectos del dumping fiscal entre los estados. En un entorno donde el capital se mueve libremente a través de las fronteras, esta competencia fiscal es percibida por algunos como un obstáculo para la justicia fiscal. Con esta nueva imposición, Francia busca alinear sus políticas fiscales con las de otros países europeos, como Suecia o Alemania, que ya aplican mecanismos similares.

La idea también es fortalecer la voz de Francia en las negociaciones internacionales sobre armonización fiscal a nivel global, especialmente dentro de la Unión Europea, para evitar una carrera hacia una fiscalidad más baja que favorezca inevitablemente a los contribuyentes más adinerados y a las multinacionales en detrimento de las clases populares y medias.

Una fiscalidad que se dirige a los activos digitales y las ganancias de capital

Las implicaciones para los inversores en el sector cripto no deben subestimarse. Si bien esta nueva legislación se centra principalmente en los ingresos convencionales y las ganancias de capital en general, también afecta directamente a los inversionistas en activos digitales. Con el aumento del impuesto único en el horizonte y la imposición universal de los paraísos fiscales, algunos franceses que invierten en criptomonedas en el extranjero probablemente tendrán que reevaluar sus estrategias fiscales para optimizar sus ganancias. Los regímenes favorables para las criptomonedas en algunos países extranjeros podrían perder así parte de su atractivo.

Por lo tanto, el año 2025 podría representar un punto de inflexión en la gestión de los activos digitales, especialmente para aquellos que buscan beneficiarse de regímenes fiscales más flexibles fuera de Francia.

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