El gobierno de Estados Unidos extiende negociaciones con PACs para recuperar millones de dólares en donaciones

El gobierno de Estados Unidos ha obtenido una prórroga para negociar la devolución de 13,25 millones de dólares en donaciones políticas realizadas en nombre de antiguos ejecutivos de FTX, Sam Bankman-Fried y Nishad Singh. Entre los grupos afectados se encuentran principalmente comités de acción política (PAC) alineados con el Partido Demócrata, incluyendo el Senate Majority PAC, Emily’s List/Women Vote y el Future Forward PAC, este último recibiendo 6 millones de dólares por sí solo.

SBF y FTX han donado 13 millones de dólares en donaciones políticas

Según datos recopilados por OpenSecrets, aproximadamente se han donado 13,25 millones de dólares a varios PAC por parte de Bankman-Fried o Singh, el antiguo director de ingeniería de FTX, quien recientemente testificó contra su antiguo jefe afirmando que estas donaciones se hicieron a petición de Bankman-Fried. Singh explicó que a veces firmaba cheques en blanco, dejando así total libertad a su colaborador para asignar los fondos a organizaciones específicas.

El recorrido judicial de Nishad Singh y el colapso de FTX

Nishad Singh se ha librado de la cárcel mediante una sentencia de ‘tiempo cumplido’ más tres años de libertad condicional, como resultado de su colaboración con las autoridades en la investigación sobre FTX. Su testimonio, centrado en su papel en las donaciones políticas orquestadas por Sam Bankman-Fried, ha sido considerado determinante, pero suscita interrogantes sobre la magnitud de su implicación.

Desafíos políticos e imagen de marca para los PACs

La acción de los PACs afectados por el gobierno estadounidense va más allá de la mera restitución de las donaciones, planteando cuestiones de responsabilidad ética e imagen para las organizaciones involucradas. En un contexto de elecciones reñidas, su respuesta a esta presión judicial podría influir en su reputación ante los votantes y donantes.

Al solicitar la devolución de los fondos, las autoridades estadounidenses no solo buscan recuperar parte del dinero dilapidado en el fraude de FTX, sino también advertir sobre la colusión entre el mundo financiero y la política.

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