El Senado francés ha adoptado en primera lectura un proyecto de ley que busca prohibir cualquier forma de anonimización en las transacciones con criptomonedas. Bajo el pretexto de combatir el lavado de dinero y el financiamiento del narcotráfico, este texto apunta directamente a los servicios de mezcla y a las criptomonedas con anonimato reforzado como Monero.
Esta medida se inscribe en una lógica de anticipación a las regulaciones europeas, en particular al reglamento (UE) 2024/1624, que impondrá a partir de julio de 2027 la prohibición de las cuentas que permiten el anonimato de las transacciones. Al incorporar esta restricción al Código Monetario y Financiero, Francia se adelanta fortaleciendo su arsenal represivo contra la privacidad de las transacciones monetarias en criptomonedas.
Prohibición de las transacciones anónimas en un procedimiento acelerado
El proyecto de ley no se limita a los proveedores de servicios de activos digitales (PSAN). También prevé sanciones para las personas que utilicen mezcladores o criptomonedas con anonimato reforzado. A partir de ahora, cualquier transacción realizada a través de estas herramientas será automáticamente considerada como sospechosa y relacionada con el lavado de dinero.
El argumento de seguridad presentado por el gobierno se basa en la idea de que las criptomonedas anónimas facilitan actividades delictivas. Sin embargo, los estudios on-chain muestran una realidad muy diferente: la proporción de transacciones ilícitas en criptomonedas nunca ha sido tan baja. Esta contradicción revela una intención mucho más amplia: ejercer un control total sobre las transacciones digitales y limitar drásticamente la libertad financiera de los ciudadanos.
Un proceso legislativo acelerado, sin un verdadero debate
El uso de la procedimiento acelerado limita las posibilidades de impugnación. La Asamblea Nacional solo tendrá una sola lectura para examinar el texto, a menos que desacuerdos conduzcan a la convocatoria de una comisión mixta paritaria. En caso de que los diputados confirmen la versión del Senado, la ley podría ser promulgada en los próximos meses, lo que dejaría poco tiempo a los defensores de las libertades digitales para organizar una oposición efectiva.
Esta precipitación legislativa recuerda la intención expresada en 2024 por el Banco de Francia y la Autorité des Marchés Financiers (AMF) de someter la supervisión de los flujos de criptomonedas a la Esma, la autoridad europea de supervisión de mercados. Este proyecto va en la dirección de un mayor control de las transacciones digitales, en paralelo con el desarrollo de un euro digital completamente rastreable.
Una amenaza para la innovación y la soberanía financiera
Si la prohibición del anonimato en las criptomonedas es validada por la Asamblea, los poseedores de criptomonedas en Francia deberán renunciar a cualquier forma de privacidad bajo pena de sanciones. Esta medida podría incentivar a muchos usuarios a trasladar sus activos a jurisdicciones más favorables, reduciendo así la atracción del sector cripto francés, ya debilitado por la regulación MiCA.
Además, el texto sigue siendo impreciso sobre la definición exacta de “mezcladores de criptomonedas”. Los protocolos como Tornado Cash sin duda están en la mira, pero ¿qué pasa con las operaciones de puente entre blockchains? ¿Podría la posesión de Monero llegar a considerarse ilegal en última instancia? Estas áreas grises abren la puerta a una vigilancia aún más intrusiva de las transacciones con criptomonedas, planteando un serio dilema entre seguridad y respeto a las libertades individuales.