Estabilidad financiera y stablecoins: una batalla en Bruselas

Bruselas está a punto de alterar el equilibrio entre la innovación cripto y la estabilidad bancaria. A pesar de las alertas del Banco Central Europeo, la Comisión Europea planea validar la intercambiabilidad de los stablecoins emitidos fuera de la UE con sus versiones europeas. Una decisión explosiva, ya que los stablecoins ya representan más de 250 mil millones de dólares y podrían llegar a los 2 billones según el Tesoro estadounidense.

Stablecoins extranjeros: ¿pronto autorizados como si fueran europeos?

La futura directiva busca resolver una ambigüedad legal persistente: los stablecoins como USDC o USDT emitidos fuera de la UE pero mostrando la misma marca que un token emitido localmente pueden ser tratados como idénticos. Este detalle técnico lo cambia todo: permitiría que tokens respaldados por activos situados fuera de Europa se utilicen dentro de la UE… como si estuvieran regulados por sus propias leyes.

Un avance importante para el ecosistema cripto, pero una línea roja cruzada según el BCE. Christine Lagarde recordó el lunes ante el Parlamento Europeo que estos tokens “suponen riesgos para la estabilidad financiera y deben regularse de manera estricta, especialmente cuando cruzan fronteras“.

La amenaza de un bank run orquestado desde el extranjero

El corazón del problema: la gestión de las reservas. Actualmente, los stablecoins emitidos en la UE deben mantener la mayoría de sus activos como garantía en bancos europeos. Pero, ¿qué sucedería si no europeos reclamaran masivamente el reembolso de sus tokens, drenando así las reservas destinadas a proteger a los consumidores europeos?

El BCE plantea un escenario oscuro: un pánico sobre un stablecoin podría causar un bank run, poniendo en peligro el sistema bancario europeo por efecto dominó. Peor aún: no existe garantía legal para obligar a un país extranjero a repatriar fondos a Europa en caso de emergencia.

Bruselas avanza sola

Desde la Comisión, el tono es más relajado. “Un stablecoin bien gestionado y totalmente colateralizado no tiene por qué sufrir un run“, declaró un portavoz. Y destacó que la mayoría de los tokens y reservas afectadas se encuentran de todas formas fuera de Europa, limitando según ellos la exposición del continente.

Para calmar las aguas, Bruselas propone que cada supervisor nacional pueda evaluar los riesgos y, si es necesario, imponer garantías adicionales. Pero para el BCE, este enfoque descentralizado carece gravemente de rigurosidad.

Una lucha de influencia tras la técnica

Tras esta batalla reglamentaria se esconde también una batalla de influencias. El BCE, en pleno trabajo en su euro digital, ve en la expansión de los stablecoins una amenaza directa a su soberanía monetaria. Un stablecoin dominante, respaldado por activos en el extranjero, podría convertirse en una moneda paralela de facto.

Y no es casualidad que este debate estalle mientras Estados Unidos finaliza su propia ley, el Genius Act, que busca regular los stablecoins fortaleciendo al dólar como moneda dominante.

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