El Salvador atrae inversiones extranjeras con reforma fiscal audaz

El Salvador reduce el impuesto sobre la renta a las inversiones extranjeras y remesas del 30% al 0%, con el objetivo de atraer más capital internacional.

Bajo el gobierno de Nayib Bukele, el país ha implementado reformas económicas audaces, incluyendo el Bitcoin como moneda legal, lo que ha llevado a un notable crecimiento económico.

La eliminación del impuesto sobre la renta es parte de una serie de medidas que promueven la innovación, luego de la eliminación de los impuestos a las innovaciones tecnológicas en abril de 2023.

Una reforma recibida con optimismo

El presidente Nayib Bukele, a través de un mensaje en la plataforma social X, comparte el entusiasmo por esta reforma, destacando la eliminación total del impuesto sobre la renta para las inversiones internacionales y las transferencias de dinero.

Esta decisión, aprobada por la Asamblea Legislativa de El Salvador con 69 votos de 84, libera las remesas familiares y cualquier capital extranjero de las restricciones fiscales previamente vigentes, sin importar la cantidad involucrada.

Impacto económico y contexto

Desde la elección de Bukele en 2019, El Salvador ha experimentado transformaciones radicales, incluyendo la adopción del Bitcoin como moneda legal en 2021 y la compra de 200 BTC para sus reservas nacionales. Estas iniciativas, combinadas con la reciente reforma fiscal y la eliminación de impuestos relacionados con la innovación tecnológica en abril de 2023, han contribuido a un crecimiento económico estable. El PIB del país pasó de 24,9 mil millones de dólares en 2019 a 32,4 mil millones en 2022, con un crecimiento estimado del 2,8% para 2023.

Con la compra de Bitcoin en 2021 generando una ganancia de 85 millones de dólares debido a la apreciación del BTC, El Salvador continúa demostrando su compromiso con la innovación financiera y tecnológica.

La reelección de Bukele con más del 85% de los votos es testimonio de la aprobación popular de su visión económica. Estas reformas fiscales radicales colocan a El Salvador a la vanguardia como destino favorable para inversiones extranjeras y modernización económica.

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