Barclays, el gigante bancario británico, ha tomado una decisión impactante: a partir de este viernes, sus clientes no podrán comprar criptomonedas con su tarjeta de crédito. El mensaje es claro:
Hacemos esto porque una caída en el mercado podría sumir a nuestros clientes en deudas que no pueden pagar.
Una decisión drástica que podría no ser bien recibida tanto por los inversores en criptomonedas como por los defensores de una financiación más abierta.
A partir del 27 de junio, c’est terminado para las compras de cripto via Barclaycard
La justificación oficial: proteger a los consumidores. Barclays menciona “ciertos riesgos” relacionados con la compra de activos digitales, particularmente la falta de una red de seguridad en caso de problemas.
¿Pero por qué ahora? Las compras de cripto con tarjeta de crédito ya están restringidas en varios bancos británicos desde 2023. En aquel entonces, HSBC y Nationwide tomaron la delantera, en un clima posterior al colapso de FTX, Celsius y compañía. En Barclays, esta medida llega en 2025 cuando el mercado cripto está en pleno resurgimiento. Tiempo extraño.
Un retorno asumido, a pesar de la democratización del Web3
Si leemos entre líneas, esta prohibición no es solo una medida de precaución. También ilustra una brecha cada vez más visible entre la financiación tradicional y el ecosistema cripto. Los bancos quieren evitar que sus clientes se endeuden para especular en un mercado volátil. Es comprensible. Pero siguen ofreciendo crédito para compras mucho más arriesgadas o frívolas.
En el fondo, la creciente importancia de las soluciones DeFi, de los stablecoins y de las tarjetas cripto podría estar preocupando a los actores históricos. Bloquear las compras también significa frenar la adopción.
Detrás de las buenas intenciones, un temor al endeudamiento… ¿o al Web3?
Barclays no está cerrando la puerta a las criptomonedas en sí. Las compras con tarjeta de débito o transferencia bancaria no se ven afectadas. Pero la prohibición de las tarjetas de crédito envía un mensaje claro: para los grandes bancos, las criptos siguen siendo un terreno peligroso, a mantener a distancia.
Para los inversores, es un recordatorio útil: nunca depender únicamente del banco para acceder al Web3.
Y para el mercado? Una prueba más de que el camino hacia una adopción masiva sigue estando lleno de obstáculos, incluso en 2025.