La semana pasada, se produjo un incidente de seguridad en una cartera relacionada con el gobierno de Estados Unidos, lo que resultó en la pérdida de más de 20 millones de dólares en criptomonedas. Sin embargo, en menos de 24 horas, se recuperaron más del 88% de los fondos robados, alrededor de 19,3 millones de dólares, gracias a una rápida respuesta de las autoridades y la intervención de empresas especializadas como Arkham.
Este incidente posiblemente esté relacionado con el hackeo de Bitfinex en 2016, ya que los fondos robados provienen de confiscaciones gubernamentales relacionadas con ese histórico hackeo, destacando la persistente conexión entre los hackeos del pasado y las operaciones actuales en el ecosistema cripto.
El gobierno de Estados Unidos recupera rápidamente sus fondos robados
Según información compartida por Arkham, una empresa especializada en análisis de datos cripto, se recuperó un total de 19,3 millones de dólares al día siguiente del incidente. Esta cartera, asociada a las autoridades estadounidenses, inicialmente contenía una combinación de stablecoins y ETH, incluyendo 14 millones de dólares en AUSDC, 5,4 millones en USDC, 1,1 millones en USDT y alrededor de 500 000 dólares en ETH.
Esta rápida recuperación demuestra una notable respuesta en el contexto de la ciberseguridad financiera, especialmente cuando se trata de fondos digitales. A medida que las criptomonedas robadas se movían por primera vez en más de ocho meses, Arkham y otros analistas cripto, incluyendo a ZachXBT, identificaron rápidamente intentos de lavado de dinero a través de aplicaciones no custodiales, un método común para ocultar el origen de los fondos en el ecosistema cripto.
Un regreso a los orígenes: conexión con el hackeo de Bitfinex en 2016
El reciente ataque adquiere un carácter particularmente intrigante debido a su conexión con el histórico hackeo de Bitfinex en 2016, que resultó en la pérdida de casi 120 000 BTC y que aún se recuerda en la comunidad cripto. Según fuentes, los fondos recientemente robados provenían de confiscaciones gubernamentales vinculadas a los activos robados en ese caso, lo que resalta una vez más la persistencia de los vínculos entre los hackeos históricos y las operaciones actuales.