Cambio estratégico en San Salvador: el Parlamento ha aprobado una ley que permite a las grandes instituciones financieras ofrecer servicios en Bitcoin y otros activos digitales… pero no para todos. Solo los bancos con al menos 50 millones de dólares de capital podrán obtener el estatus de “banco de inversiones” y obtener una licencia cripto. Los servicios estarán reservados a inversionistas con más de 250,000 dólares en activos líquidos.
Una elevación en la calidad del mercado cripto
Hasta ahora, las licencias cripto de El Salvador, proveedores de servicios de Bitcoin, emisores de activos digitales o tokens, estaban dirigidos principalmente a actores especializados. La nueva ley cambia el panorama: los bancos de inversión podrán acumular estas licencias con su estatus bancario existente. En otras palabras, instituciones ya sólidas en términos regulatorios podrán ahora poseer BTC, emitir tokens y negociar operaciones financieras respaldadas por cripto, siempre bajo supervisión estatal.
Dania González, representante y figura clave del proyecto, resume el objetivo: ampliar la arquitectura financiera nacional creando un nuevo actor institucional, complementario al sistema bancario tradicional.
Del sueño popular a la realidad institucional
En 2021, El Salvador sorprendió al imponer la aceptación de Bitcoin como medio de pago. Pero la realidad económica y un acuerdo de 1.4 mil millones de dólares con el FMI cambiaron el rumbo. Para obtener el préstamo, el gobierno de Bukele tuvo que detener cualquier nueva compra de BTC en el sector público. La obligación para los comercios de aceptar la cripto también se flexibilizó.
Resultado: la famosa “adopción masiva” sigue siendo baja. Solo 1% de las remesas pasarían por cripto, y 2 salvadoreños de cada 10 afirman utilizarla realmente.
El BTC sigue presente… pero de manera diferente
Oficialmente, la “Oficina de Bitcoin” sigue comprando 1 BTC al día. Extraoficialmente, el FMI indica que estas compras son solo transferencias internas de BTC ya poseídos, hacia una reserva central. En otras palabras, no hay nuevas adquisiciones en el mercado desde la firma del préstamo.
Lo que esto significa para la cripto mundial
Para los actores cripto internacionales, este cambio es claro: El Salvador ahora se posiciona como un hub institucional, no como un laboratorio de adopción popular. Esta apertura a los bancos de inversión podría atraer flujos de capital mucho más grandes que los de particulares, y colocar al país en la carrera por grandes operaciones financieras respaldadas por Bitcoin.
En el fondo, un fuerte mensaje: la era del Bitcoin masivo puede estar en pausa, pero la del Bitcoin institucional apenas comienza.