El FMI ha otorgado un préstamo de 3,5 mil millones de dólares a El Salvador, condicionado a abandonar el Bitcoin como moneda legal y a detener su acumulación por parte del Estado.
El FMI insiste en evitar que El Salvador acumule Bitcoin
El Fondo Monetario Internacional prefiere ser diplomático mientras El Salvador sigue adquiriendo bitcoins. En una nota publicada recientemente, el FMI afirma que los esfuerzos continuarán para evitar que el país aumente sus activos. Un mensaje en clave, sin amenazas, ante un presidente que no tiene intenciones de renunciar a su tesoro digital.
Un préstamo colosal… con condiciones sensibles al crypto
En marzo, El Salvador recibió un plan de ayuda de 3,5 mil millones de dólares por parte del FMI. Entre las condiciones se incluye renunciar al estatus de moneda legal para el Bitcoin y la prohibición de acumular más a través del sector público. Sin embargo, el gobierno de Nayib Bukele sigue una dirección diferente. Desde la firma del acuerdo, las reservas nacionales han aumentado de 6,101 a 6,189 BTC, aproximadamente 678 millones de dólares al valor actual. Un claro mensaje: a pesar de la ayuda internacional, Bukele sigue fiel a su estrategia pro Bitcoin.
Bukele persiste y firma
El presidente lo deja claro. “No, no nos detenemos”, escribió en X el 4 de marzo. “Si no lo hicimos cuando el mundo nos marginó, e incluso los adeptos al Bitcoin nos dieron la espalda, no lo haremos ahora.” El tono es claro, asumido, y totalmente opuesto a las recomendaciones del FMI. Sin embargo, la institución evita la confrontación directa. Más bien afirma que “el programa ha tenido un buen desempeño” y agradece a las autoridades salvadoreñas por su “excelente colaboración”. Sin una palabra sobre los 88 BTC adicionales.
¿El acuerdo Bitcoin FMI, una hipocresía asumida?
Este aura de ambigüedad creada por el FMI plantea una pregunta sencilla: ¿hasta dónde está dispuesta a tolerar la institución los desafíos de El Salvador para garantizar la estabilidad de su programa? Oficialmente, la postura es firme. Sin embargo, los bitcoins siguen fluyendo en la realidad.
Para Bukele, el mensaje es claro: la soberanía económica se logra mediante la tenencia directa de Bitcoin. Para el FMI, el riesgo es más sutil: al hacer la vista gorda, tácitamente valida una política que condena en sus informes. El futuro revelará quién realmente está bluffeando.