El presidente Trump publicó un mensaje a favor de XRP, Solana y Cardano, sugerido por un grupo de presión vinculado a Ripple, sin saberlo en el momento de la publicación.
Un lobbyista empujó el tweet pro XRP del presidente
El giro criptográfico de Donald Trump resultó ser un fiasco entre bastidores. Según Politico, el ex presidente se enfureció al descubrir que la publicación que hizo en Truth Social, pidiendo la creación de una “Reserva Estratégica de Cripto” que incluyera XRP, Solana y Cardano, fue sugerida por un gabinete de cabildeo… al servicio de Ripple.
Un post influenciado, mercados sacudidos
El mensaje, publicado en marzo, provocó un aumento inmediato en los precios de los tokens mencionados. Trump afirmaba que “el sector criptográfico debía ser salvado después de años de ataques corruptos por la administración Biden” y anunciaba una Orden Ejecutiva a favor de una reserva nacional que incluyera XRP, SOL, ADA… antes de agregar más tarde Bitcoin y Ethereum a la lista.
Pero internamente, la situación era muy diferente. Se dice que el texto fue sugerido directamente por Ballard Partners, uno de los grupos de presión más influyentes en Washington, liderado por Brian Ballard, un cercano a Trump conocido por su acceso privilegiado al ex presidente. ¿Uno de los principales clientes de Ballard Partners? Ripple, algo que Trump solo descubrió después de la publicación.
Ripple en las sombras, Trump furioso
Ripple, que afirma no controlar XRP, sigue estando estrechamente vinculado al activo. Enterarse de que el mensaje provenía indirectamente de un gabinete que trabajaba para la empresa californiana enfureció a Trump, según varias fuentes citadas por Politico. Ballard ha sido considerado persona non grata en el círculo íntimo del presidente desde entonces.
Esta situación llega en un mal momento para el gabinete, que había sumado 130 nuevos clientes desde noviembre, incluyendo Chevron, JP Morgan, Netflix y T-Mobile. La imagen de Ballard como “consejero de Trump” podría resultar dañada.
Una estrategia cripto bajo influencia
Paralelamente, Trump firmó otro decreto en marzo para crear una reserva estratégica de Bitcoin. Si bien la dinámica criptográfica parece estar integrada en su campaña, este incidente plantea la pregunta: ¿quién realmente está dirigiendo la política web3 del candidato republicano? Y sobre todo, ¿a quién beneficia?
