Un desastre culinario en el banquete cripto organizado por Trump decepciona a los invitados con una comida considerada “incomible” por el influencer Nicholas Pinto a pesar de un menú supuestamente de alta gama.
Millones gastados en una cena de gala… y un filete de desperdicio. El muy publicitado banquete organizado por Donald Trump para los mayores inversores de la criptomoneda TRUMP se convierte en una farsa. En el menú: un filete mignon digno de un congelador, un discurso leído con indiferencia y una tormenta política en segundo plano.
“La peor comida que he comido en un campo de golf de Trump”
Invitado a la cena después de comprar tokens TRUMP por valor de 300.000 dólares, el TikToker Nicholas Pinto no se mordió la lengua. “Fue la peor comida que he comido en un campo de golf de Trump”. Según él, solo se salvó “el pan y la mantequilla”.
A pesar de un menú digno de un evento presidencial, ensalada orgánica, dúo de filete mignon / fletán, puré, verduras y bizcocho de chocolate, fue calificado de “comida basura” por Pinto, quien incluso lo comparó con un “filete de Walmart”. Dejó la sala hambriento, convencido de que un simple Big Mac o una pizza habrían sido mucho mejor.
Un discurso vacío, relojes ausentes
Pero la decepción no terminó en el plato. El discurso de Trump, leído sin convicción, no convenció a la audiencia. “Fue una tontería”, sentenció Pinto a Fortune. En un discurso confuso, Trump mencionó el potencial “especial” de la criptomoneda… mientras subrayaba que no sabía nada al respecto.
“¿Quién sabe, ¿verdad? Podría ser algo especial”, declaró, sin molestarse en quedarse a saludar a sus invitados. Peor aún, los relojes prometidos a los titulares VIP nunca fueron entregados.
Una noche de varios millones… bajo investigación federal
La controversia crece. Cada invitado era uno de los 220 mayores poseedores del token TRUMP y algunos habrían venido del extranjero. Una situación que llevó a 35 legisladores demócratas a exigir una investigación al Departamento de Justicia.
Sospechan que el expresidente habría violado las leyes contra la corrupción estadounidenses y la cláusula de emolumentos de la Constitución, que prohíbe a un presidente recibir regalos de Estados extranjeros sin el consentimiento del Congreso.
