Desafíos en el lanzamiento de Monad

El lanzamiento de MON era un momento crucial para Monad, presentado durante meses como un futuro peso pesado del layer 1 de blockchains. Sin embargo, desde los primeros minutos de cotización, la señal estaba clara: un precio por debajo de la barra simbólica de la venta pública, un volumen tímido y un sentimiento general de cautela. MON comienza alrededor de 0,0245 dólares, con aproximadamente 10,83 mil millones de tokens ya en circulación, lo que representa una capitalización de alrededor de 260 millones de dólares. Sobre el papel, la cifra impresiona, pero la dinámica no acompaña.

Un volumen demasiado bajo para un layer 1 esperado

Apenas se intercambiaron 50 millones de dólares en las primeras 100 minutos. Para un token de layer 1 que se supone atraería multitudes, es poco. Demasiado poco. Los lanzamientos recientes, como Plasma, fueron absorbidos en unos pocos bloques, creando un efecto FOMO inmediato. Aquí no hay nada de eso. No hay euforia, no hay carrera, solo un mercado que observa y duda. Esta tibieza no es casual. La ICO de MON a través de la nueva plataforma de Coinbase ya había dado un anticipo: vendida a 0,025 dólares, tardó mucho más de lo previsto en agotarse, a pesar de su asignación reducida al 7,5% de la oferta en circulación. Una demora inusual que enviaba una señal clara: el apetito no estaba presente.

Tokenomics: una distribución del suministro que genera desconfianza

Los tokenomics no ayudaron. La distribución del suministro avivó rápidamente el debate. Por un lado, un ecosistema con el 38,5% de los tokens, destinado a impulsar el crecimiento de la red. Por otro lado, un fondo de tesorería de Labs con un 4%, una parte de inversores del 19,7% y sobre todo una asignación masiva del 27% reservada para el equipo de Monad en sí. En otras palabras, más de la mitad del pastel sigue siendo privado y más de una cuarta parte de los tokens están controlados internamente. Para un layer 1 emergente, es un peso pesado que puede socavar la confianza, especialmente en un mercado donde los inversores se han vuelto mucho más exigentes. Los críticos sostienen que esta parte desproporcionada genera una presión potencial sobre el precio y limita la percepción de descentralización.

Un lanzamiento lejos de los estándares actuales del mercado de criptomonedas

Una ruptura esperada, una realidad brutal

Desde hace meses, Monad se presentaba como una solución altamente efectiva, capaz de competir con los líderes del sector. La historia era sólida, las ambiciones altas y el ecosistema comenzaba a estructurarse. Luego el mercado habló y no fue amable. MON ya se negocia por debajo de su precio de venta pública. Los volúmenes no siguen. Los inversores minoristas no se apresuran. El contraste con los recientes éxitos del sector muestra claramente el problema: en un mercado selectivo, la emoción ya no es suficiente.

La verdadera pregunta: ¿resurgimiento o advertencia?

MON no está condenado. La red es joven, el ecosistema aún debe densificarse y los primeros meses serán cruciales para enderezar la trayectoria. Pero por el momento, una realidad se impone: Monad no ha tenido un buen estreno. El mercado esperaba un cohete. Obtuvo un despegue titubeante. Los próximos días dirán si este lanzamiento fue simplemente un falso comienzo… o el signo de una discrepancia más profunda entre la narrativa técnica y la confianza de los inversores.

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