Christine Lagarde: Rumores sobre renuncia a BCE para liderar WEF

Christine Lagarde habría considerado seriamente la posibilidad de renunciar a la presidencia del Banco Central Europeo antes de finalizar su mandato, con la intención de liderar el Foro Económico Mundial (WEF). Esto es lo que afirma Klaus Schwab, el fundador destituido del WEF, en una declaración que ha sacudido los círculos económicos y políticos europeos.

Christine Lagarde a la cabeza del WEF?

De acuerdo con Schwab, las conversaciones entre ambos personajes habrían tenido lugar durante varios años. Una reunión reciente en Frankfurt a principios de abril habría permitido definir los detalles de una transferencia de poder: Lagarde sucedería a Schwab a más tardar a principios de 2027. Incluso se habría preparado una residencia con vista al lago Lemán en la Villa Mundi, propiedad del WEF, para su llegada.

La francesa, exdirectora del FMI, ha sido miembro del consejo del WEF desde 2008. Si bien su mandato en el BCE oficialmente culmina en octubre de 2027, dos fuentes cercanas al asunto mencionan un acuerdo tácito para asumir el cargo antes de tiempo, siempre y cuando Lagarde logre primero llevar la inflación en la zona euro alrededor del objetivo del 2%.

Una sucesión preparada en secreto

El momento de estas revelaciones es explosivo. Klaus Schwab, de 87 años, fue empujado a salir en abril por el consejo del WEF, tras nuevas acusaciones de un denunciante sobre el uso privado de los recursos de la organización. Niega cualquier malversación y afirma que el apartamento mencionado no estaba destinado a su familia, sino a Lagarde. El WEF, avergonzado, afirma no haber sido informado de esta asignación.

La preocupación de Schwab es clara: que las actuales turbulencias en torno a su persona hagan fracasar un plan de sucesión largamente elaborado.

No quiero perder a Christine. Quiero preservar lo que hemos construido.

La sombra de un escándalo en el WEF

La posibilidad de que Lagarde deje el BCE prematuramente la convertiría en la segunda presidenta en hacerlo después de Wim Duisenberg. El cargo es uno de los más expuestos del continente, sometido a intensas negociaciones entre los Estados miembros. Su salida anticipada abriría una batalla de sucesión con enormes implicaciones para la política monetaria de la zona euro.

Tras bambalinas, las conversaciones entre Lagarde y el WEF seguirían en curso. Oficialmente, el BCE se mantiene firme: “La presidenta está plenamente comprometida a cumplir con su mandato”, afirma un portavoz. Pero en la práctica, el escenario de una renuncia anticipada nunca ha parecido tan creíble.

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