Un nuevo frente judicial se abre en el caso Terra. El administrador encargado de liquidar lo que queda de Terraform Labs ha presentado una demanda contra Jump Trading, reclamando hasta 4 mil millones de dólares en daños. En cuestión: el presunto papel del gigante del trading de alta frecuencia en el colapso del ecosistema Terra en 2022, una debacle de varios miles de millones de dólares.
Según el Wall Street Journal, Todd Snyder, nombrado por el tribunal para supervisar la liquidación post-quiebra, acusó a Jump de haber contribuido a la caída y haberse beneficiado ilegalmente del sistema. La demanda también apunta a dos ejecutivos: el cofundador William DiSomma y Kanav Kareiya, quien pasó de ser interno a presidente de la plataforma.
En declaraciones citadas por la prensa estadounidense, Snyder afirmó que Jump Trading habría “explotado activamente el ecosistema de Terraform a través de manipulación y ocultamiento“, enriqueciendo a la empresa mientras causaba pérdidas masivas a inversores no informados. La acción legal, según él, es “necesaria para responsabilizar a Jump de conductas ilegales que causaron directamente el mayor colapso en la historia de la criptomoneda“.
El corazón de la acusación se basa en la existencia de un acuerdo secreto por el cual Jump habría respaldado artificialmente TerraUSD antes de su despegue frente al dólar. Una vez que el mecanismo se volvió insostenible, Jump habría abandonado el barco con ganancias colosales. Según documentos citados por el WSJ, la empresa habría recaudado alrededor de 1 mil millones de dólares vendiendo tokens Luna.
El ecosistema de Terra colapsó en mayo de 2022 cuando su stablecoin algorítmico UST se despegó de 1 dólar, desencadenando una espiral de ventas y casi la destrucción total de Luna. En pocos días, cientos de miles de inversores vieron sus ahorros desaparecer, desencadenando una crisis de confianza que se extendió a todo el mercado.
Esta implosión marcó el comienzo de una serie de quiebras en cadena, culminando con la caída de FTX en noviembre de 2022. Terraform Labs finalmente se declaró en bancarrota en enero de 2024, antes de aceptar unos meses después pagar aproximadamente 4,5 mil millones de dólares a la SEC para resolver una demanda civil por fraude de valores.
El fundador de Terraform, Do Kwon, se declaró culpable en agosto de dos cargos criminales. Fue condenado la semana pasada a 15 años de prisión. Pero para el administrador judicial, la responsabilidad no se detiene en su fundador.
Si la demanda tiene éxito, podría redefinir la interpretación legal del caso Terra, al poner por primera vez a un gran actor del trading institucional en el centro del desastre. Más allá de los miles de millones reclamados, el juicio plantea una pregunta central para la industria: ¿hasta qué punto los market makers y traders sistémicos pueden intervenir en protocolos frágiles sin asumir las consecuencias cuando todo se desploma?
