Declaración Anual de Carteras de Cripto en Francia: Polémica y Desafíos

La declaración anual de carteras de criptomonedas auto-hospedadas será obligatoria a partir de los 5,000 €, sin necesidad de venta o conversión previa.

La asamblea nacional aprobó un controvertido enmienda fiscal que ha causado revuelo en el ecosistema cripto francés. Esta medida establece la obligación de declarar anualmente a los titulares de carteras digitales auto-hospedadas (como Ledger, MetaMask, Rabby) cuando su valor exceda los 5,000 euros. Se presenta como un medio para combatir el fraude fiscal, pero es vista por el sector como un cambio significativo, tanto legal, operativo como simbólico.

Una voluntad declarada de cubrir un vacío fiscal

El legislador busca ampliar la visibilidad de la administración más allá de las plataformas centralizadas, que ya están ampliamente reguladas mediante declaraciones obligatorias. Esto se basa en un informe de la Corte de Cuentas publicado en 2023, que señalaba la falta de transparencia de las carteras poseídas directamente en la blockchain.

Los autores de la enmienda argumentan que esta opacidad convierte a los wallets auto-hospedados en una herramienta privilegiada para reducir la base imponible. La notificación obligatoria tiene como objetivo integrar estos activos en la vigilancia patrimonial, para minimizar los riesgos de evasión y fraude.

Un régimen de excepción que preocupa al sector

Según actores del ecosistema, la medida establece un precedente peligroso. La ADAN, a través de su directora general Claire Balva, critica la implementación de una vigilancia patrimonial generalizada que no existe para ningún otro activo sin intermediario. Ni el oro físico, ni las obras de arte, ni las joyas están sujetos a una obligación similar en ausencia de venta.

Esta asimetría alimenta la percepción de un régimen de excepción aplicado a las criptomonedas. Además, el derecho fiscal francés se basa en un principio claro: la tributación de las plusvalías solo ocurre al convertirlas en moneda fiat o equivalente. Por lo tanto, exigir una declaración anual de valor sin la realización de una transacción imponible parece incoherente y jurídicamente frágil para muchos.

Cuestiones de seguridad de datos y aplicabilidad

Además de los principios, las críticas también se centran en los riesgos operativos. Centralizar la información sobre la identidad de los titulares y el valor de sus activos digitales plantea obvios problemas de seguridad. Los recientes casos de filtraciones de datos que han implicado a organismos públicos refuerzan estas preocupaciones, especialmente en un contexto de aumento de ataques y extorsiones relacionados con las criptomonedas.

La medida también se considera ampliamente inaplicable. La administración no tiene medios técnicos para verificar la existencia de una cartera auto-hospedada ni la valoración declarada. Todo se basaría en la auto-declaración, sin una metodología estandarizada y sin capacidad real de control.

Un debate que está lejos de terminar

Apoyada de forma transpartidaria, la enmienda tiene muchas posibilidades de sobrevivir al proceso parlamentario. Pero su adopción definitiva dará lugar a un debate explosivo sobre sus modalidades de aplicación y el equilibrio entre la eficiencia fiscal y el respeto de las libertades individuales.

Para gran parte del sector, este episodio ilustra un enfoque percibido como típicamente francés: una maraña fiscal, diseñada sin un conocimiento detallado de las tecnologías involucradas, y con riesgos sistémicos para un ecosistema ya bajo presión regulatoria. El choque entre Web3 y la administración fiscal apenas está comenzando.

Artículo anterior

Oferta rechazada: Tether y Juventus chocan en un duelo sin precedentes

Entradas relacionadas