Kadena, fundada por dos ex empleados de JPMorgan y la SEC, anuncia el fin inmediato de sus operaciones debido a condiciones de mercado desfavorables, lo que ha provocado una caída del token KDA del 60% a $0.085.
A pesar de haber recaudado 15 millones de dólares y tener la ambición de crear una blockchain híbrida para instituciones, Kadena nunca logró captar la atención de empresas ni desarrolladores.
La blockchain permanecerá técnicamente activa siempre que los mineros continúen operando, pero sin apoyo ni liquidez, corre el riesgo de ser abandonada, simbolizando la purga posterior al rally alcista.
Kadena: el fin de una promesa institucional
Es un final abrupto para Kadena. El proyecto blockchain fundado por dos ex empleados de JPMorgan y la SEC cierra oficialmente. El equipo ha anunciado la suspensión inmediata de sus operaciones, citando ‘condiciones de mercado desfavorables’. Como resultado, el token KDA ha caído más del 60%, volviendo a menos de $0.09, lejos de su máximo histórico de más de $27 alcanzado a finales de 2021.
Nos sentimos profundamente agradecidos con todos los que han participado en esta aventura. Desafortunadamente, las condiciones actuales ya no nos permiten respaldar la adopción de nuestra tecnología.
Kadena: la fin de una promesa institucional
Kadena no era un proyecto cualquiera. La ambición inicial era clara: crear una blockchain híbrida de prueba de trabajo, capaz de atraer a empresas tradicionales manteniendo los fundamentos descentralizados de la Web3. Fundada en 2019 por Stuart Popejoy y William Martino, dos ingenieros con experiencia en finanzas institucionales, la empresa quería ser un puente entre Wall Street y la criptomoneda. De hecho, ambos contribuyeron a la creación de Kinexys, el precursor de la red blockchain interna de JPMorgan.
Pero a pesar de haber recaudado 15 millones de dólares en tres rondas, Kadena nunca logró convencer de forma sostenible. Ni las instituciones ni los desarrolladores siguieron. Los volúmenes se desplomaron y la competencia de blockchains más rápidas y líquidas, como Solana, Avalanche o Base, terminó de socavar el impulso del proyecto.
Una blockchain dejada a la deriva
Aunque la empresa cierre, la blockchain de Kadena no se apagará de inmediato. El network seguirá activo mientras los mineros lo respalden, según el equipo. En teoría, más de 566 millones de KDA aún están por distribuirse como recompensas mineras hasta 2139. Pero sin mantenimiento, sin desarrolladores y sin liquidez, el riesgo de un abandono progresivo es inevitable.
Un símbolo más en la purga post-rally alcista
Kadena se une a la larga lista de proyectos nacidos en la euforia del rally alcista de 2021 y barridos por la realidad de un mercado más selectivo. Su colapso recuerda que la tecnología no es suficiente sin una adopción real y un modelo económico sólido. Mientras que las blockchains empresariales parecían ser el futuro de las finanzas, el viento ha cambiado: el capital ahora se mueve hacia protocolos ágiles, centrados en el usuario y, sobre todo, hacia ecosistemas capaces de generar ingresos tangibles.
Kadena quería reconciliar las finanzas tradicionales y la criptomoneda. Ironía del destino: finalmente fue el mercado el que decidió, sin apelación.