Deux ans después de ser expulsada del mercado estadounidense por la CFTC, Polymarket vuelve con fuerza. Esta vez, la plataforma de apuestas criptográficas se asegura un ingreso legítimo: la adquisición por 112 millones de dólares de un exchange regulado. ¿Objetivo? Recuperar el control sobre el mercado más estratégico del planeta sin correr el riesgo de otro bloqueo.
L’affaire était presque classée. Elle l’est désormais.
A diferencia de esperar años para obtener su propia licencia, Polymarket prefirió ser más eficiente: comprar QCX, un exchange de productos derivados aprobado oficialmente por la CFTC el 9 de julio pasado, tras dos años de espera. El monto del cheque: 112 millones de dólares. Una cifra que permite a Polymarket integrarse al ecosistema regulado sin demoras.
Una jugada que parece ser una revancha. En 2022, la plataforma se vio obligada a cortar el acceso a los usuarios estadounidenses tras un acuerdo con la CFTC, luego de acusaciones de actividad no registrada. A pesar de la retirada oficial, las autoridades sospecharon que la restricción no se estaba aplicando plenamente. Resultado: una investigación federal e incluso una redada del fundador Shayne Coplan por el FBI en pleno Nueva York.
Fin del cauchemar judiciario: lugar a la expansión legal
Este capítulo judicial parece estar cerrado. La investigación fue abandonada la semana pasada, abriendo el camino para Polymarket. La startup neoyorquina ya no oculta sus ambiciones: gracias a la integración de QCX, podrá ofrecer nuevamente sus mercados predictivos a los usuarios estadounidenses, esta vez bajo supervisión regulatoria.
Una transición estratégica en un momento en que las plataformas criptográficas buscan desesperadamente marcos legales para operar. Polymarket opta por la conformidad, incluso si implica una inversión significativa. Un modo de diferenciarse en un sector a menudo percibido como rebelde ante las autoridades.
El éxito del 2024
Polymarket no es un jugador cualquiera. En 2024, la plataforma explotó durante la campaña presidencial estadounidense, convirtiéndose en la referencia de los mercados predictivos sobre elecciones. Su éxito se basó en un principio simple: permitir a los usuarios apostar en criptomonedas sobre la probabilidad de eventos futuros, elecciones, guerra en Ucrania, resultados deportivos o incluso decisiones judiciales.
Un enfoque audaz que atrajo la atención… pero también a los reguladores. De ahí la importancia de este cambio regulatorio.
Un futuro bajo control… y bajo los reflectores
Polymarket aún no ha anunciado la fecha de su regreso oficial a Estados Unidos. Pero todo indica que la máquina está en marcha. Especialmente porque la empresa estaría cerrando una recaudación de fondos de 200 millones de dólares, para una valoración de mil millones.
Una cosa es segura: Polymarket acaba de demostrar que está listo para competir en la gran liga. Lejos de los escándalos, más cerca de los reguladores, pero siempre con la misma ambición: seguir siendo la plataforma número uno de predicciones criptográficas.