El Departamento de Justicia de EE. UU. ha confirmado que continuará con el juicio del desarrollador de Tornado Cash, Roman Storm, a pesar de una revisión parcial de los cargos. Un paso atrás simbólico, pero lejos de significar el abandono del caso. El juicio, programado para julio, sigue en pie.
Le DOJ maintient le procès du développeur de Tornado Cash
Une charge abandonnée, trois chefs d’accusation maintenus
Bajo la presión de un memo firmado por el fiscal adjunto Todd Blanche el 7 de abril, el DOJ decidió retirar una parte de un cargo, el relacionado con la falta de registro como “money transmitter”. Pero la esencia del caso aún permanece. Roman Storm será juzgado por haber transmitido fondos relacionados con actividades delictivas, por conspiración de blanqueo de dinero y por violación de sanciones internacionales. Tres cargos graves que la administración insiste en considerar plenamente conformes al memo de Blanche.
Un procès sous tension pour l’écosystème crypto
La defensa de Storm sigue firme. Brian Klein, de Waymaker LLP, criticó el caso en el Consenso 2025 en Toronto, denunciando un caso que nunca debería haber existido. Según él, la persecución contra Roman Storm establece un precedente peligroso:
Su acusación pone en peligro toda la industria cripto. La mejor opción para la justicia sería abandonar por completo el caso.
Klein también evoca un argumento fundamental: el derecho a la libertad de expresión. “En Estados Unidos, codificar es una actividad protegida, al igual que escribir un libro”, recordó. Una línea de defensa que podría marcar un hito en un contexto donde los desarrolladores de código abierto están cada vez más en la mira de las autoridades.
Es como si estuvieras escribiendo un libro o realizando otro tipo de actividad expresiva.
Le DOJ en équilibre entre pression politique et encadrement juridique
El memo de Blanche ya ha congelado otro caso similar, el de los creadores de Samourai Wallet. Refleja un cambio de enfoque del departamento: se acabaron las persecuciones basadas en la ambigüedad regulatoria. Pero en el caso de Storm, el DOJ considera que los hechos son suficientemente sólidos como para justificar un juicio.
Este caso se perfila como un enfrentamiento judicial altamente simbólico. En la encrucijada de cuestiones técnicas, legales y políticas, el juicio de Roman Storm podría redefinir los límites de la responsabilidad de los desarrolladores en el ecosistema descentralizado.