Venta de Bitcoin en China: de Práctica ilegal a Fuente de Financiamiento

La venta de Bitcoin en China: de práctica ilegal a fuente de financiamiento

Oficialmente, las criptomonedas están prohibidas en China, ya sea en el comercio, emisión o reconocimiento legal de estos activos. Sin embargo, las autoridades locales acumulan discretamente grandes cantidades de tokens digitales incautados en casos de lavado de dinero, estafas en línea o juegos ilegales. Ante la magnitud del fenómeno, estas administraciones locales, enfrentadas con una creciente presión presupuestaria, recurren a empresas privadas para convertir las criptomonedas en efectivo, según Reuters.

El paradigma es total. Por un lado, el estado central prohíbe claramente todo comercio de criptoactivos; por otro, los municipios venden estos bienes digitales en el extranjero para reforzar sus arcas. La empresa tecnológica Jiafenxiang, con sede en Shenzhen, ha convertido más de 3 mil millones de yuanes (alrededor de 390 millones de euros) en criptomonedas en mercados offshore, en nombre de varias ciudades de la provincia de Jiangsu. Los ingresos de estas ventas, convertidos en yuanes a través de bancos locales, alimentan directamente los presupuestos públicos.

Vacío jurídico preocupante

Este sistema improvisado, aunque rentable, se basa en una falta de claridad jurídica preocupante. No existe un marco claro que defina cómo deben tratarse las criptomonedas una vez incautadas. Esta incertidumbre abre la puerta a prácticas arbitrarias y potencialmente corruptas. Abogados, jueces y representantes de las fuerzas del orden ahora están llamando a una reforma profunda en la regulación.

En seminarios organizados en los últimos meses, los juristas han abogado por el reconocimiento oficial de las criptomonedas como activos patrimoniales. Una evolución de este tipo permitiría establecer reglas unificadas para su tratamiento judicial, especialmente en términos de conservación, liquidación o reutilización estratégica. Uno de los escenarios planteados es la creación de un fondo soberano de criptomonedas, potencialmente con sede en Hong Kong, al igual que propone Donald Trump con la creación de una reserva nacional de bitcoins en Estados Unidos.

Bitcoin: un nuevo importante desafío político y económico

El debate va más allá de las consideraciones jurídicas. En 2023, las infracciones relacionadas con las criptomonedas han explotado en China, con un monto total estimado en 430.7 mil millones de yuanes, según la empresa de ciberseguridad SAFEIS. Este auge ha contribuido a un aumento histórico de los ingresos provenientes de multas y confiscaciones públicas, que han alcanzado los 378 mil millones de yuanes, un aumento del 65% en cinco años.

En algunas regiones, las criptomonedas incautadas se han convertido en un recurso estratégico para el presupuesto, especialmente en un contexto de desaceleración económica. Pero la falta de supervisión oficial de las empresas privadas encargadas de la reventa, así como la falta de transparencia en los circuitos financieros utilizados, suscitan serias preocupaciones.

¿Hacia una gestión centralizada y estratégica?

Cada vez más voces se alzan en favor de la centralización de la gestión de las criptomonedas incautadas, bajo la dirección del Banco Popular de China. Este modelo permitiría no solo regular legalmente el proceso, sino también aprovechar al máximo los activos digitales cuyo valor sigue aumentando a nivel mundial.

China, que posee alrededor de 190,000 BTC valorados en casi $16 mil millones, se ha convertido en el segundo mayor tenedor estatal después de Estados Unidos. Una mejor organización podría convertir este controvertido botín en una palanca estratégica a largo plazo, al tiempo que clarifica finalmente la ambigüedad de un país que prohíbe lo que explota en secreto.

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