L’UE impone aranceles del 10% al 25% a productos estadounidenses
La Unión Europea ha dado un paso decisivo en la disputa comercial con Estados Unidos. Los Estados miembros han aprobado la propuesta de la Comisión Europea para establecer aranceles en represalia a los impuestos estadounidenses sobre el acero y el aluminio europeos. Estas nuevas medidas entrarán en vigor el 15 de abril, con la publicación del acto jurídico correspondiente.
Una respuesta firme a medidas consideradas “injustificadas”
Para la Comisión Europea, la decisión estadounidense de imponer impuestos sobre los metales europeos no tiene base legal ni justificación económica. Acusa a Estados Unidos de perjudicar no solo a los dos bloques, sino también a la estabilidad del comercio mundial. En su declaración oficial, Bruselas califica las medidas estadounidenses de “dañinas” para la economía de ambos lados del Atlántico, y alerta sobre su impacto sistémico.
Al dirigirse a productos específicos importados de Estados Unidos, Europa responde de la misma manera. Aunque los detalles exactos de los bienes afectados aún no se han hecho públicos, las represalias oscilarán entre el 10% y el 25% y se centrarán en sectores políticamente sensibles, como ha ocurrido en disputas comerciales anteriores.
Una puerta siempre entreabierta al diálogo
A pesar de esta decisión enérgica, la Unión Europea insiste en su deseo de evitar una escalada. “Estos aranceles pueden ser suspendidos en cualquier momento”, precisa la Comisión, a condición de que Estados Unidos acepte una solución negociada “justa y equilibrada”. Este mensaje deja entrever margen de maniobra, pero también pone a Washington frente a sus responsabilidades diplomáticas.
Esta elección de mantener una opción de retirada inmediata de las sanciones refleja la postura tradicional de Bruselas: ser firme sin cerrar las puertas a las conversaciones. Es un recordatorio de que, para la Unión, el comercio es tanto una palanca diplomática como una herramienta económica.
Los mercados y las criptomonedas se sumergen en la incertidumbre
El anuncio de estas tensiones comerciales ha tenido repercusiones inmediatas en los mercados financieros. La perspectiva de un endurecimiento del proteccionismo ha contribuido a la caída de los índices estadounidenses: el S&P 500 y el Nasdaq han perdido más del 10% en unos días. El mercado de las criptomonedas no se ha librado de esto: el Bitcoin ha experimentado una caída de alrededor del 8%, en un clima de desconfianza generalizada hacia los activos de riesgo.
La nerviosidad reinante recuerda cuánto las decisiones políticas pueden afectar a todos los mercados, ya sean tradicionales o digitales. En este contexto, la disputa global deja de ser simplemente una desacuerdo comercial: se convierte en un factor de volatilidad global con repercusiones profundas en la economía mundial.