La SEC desiste de demanda contra Coinbase en espera de confirmación de los comisarios, poniendo fin a las acusaciones de operaciones no registradas y listado de valores no declarados.
Un punto de inflexión en el enfrentamiento entre la SEC y Coinbase
La Securities and Exchange Commission (SEC) está por abandonar su demanda contra Coinbase, marcando una de las mayores victorias legales de la industria de las criptomonedas frente al regulador estadounidense. Esta decisión, que aún debe ser confirmada por una votación de los comisarios de la agencia, pondría fin a las acusaciones de que Coinbase operaba como un intercambio no registrado y listaba valores no declarados.
Según Paul Grewal, director jurídico de Coinbase, el acuerdo negociado prevé un abandono “con prejuicio”, impidiendo que la SEC vuelva a presentar este caso en el futuro.
Un retroceso estratégico de la SEC que impacta a toda la industria
El abandono de este procedimiento podría causar un efecto dominó en otros casos pendientes. Hasta ahora, la SEC, bajo la dirección de Gary Gensler, llevaba a cabo una campaña agresiva contra la industria de las criptomonedas, argumentando que la mayoría de los tokens eran valores financieros sujetos a su regulación. La decisión de renunciar a Coinbase enviaría una señal clara: la batalla legal se inclina hacia la necesidad de un marco legislativo claro.
En lugar de llevarse a cabo en los tribunales, el futuro de la regulación de criptomonedas en Estados Unidos podría decidirse en el Congreso. Coinbase, que ya ha invertido considerablemente en campañas políticas a través de Fairshake PAC, espera influir en la redacción de nuevas leyes sobre la estructura de los mercados y las stablecoins.
Una SEC en plena transformación bajo la era de Uyeda
El cambio de rumbo de la SEC coincide con una reestructuración interna. Mark Uyeda, presidente interino, y la comisionada Hester Peirce, partidarios de la industria de las criptomonedas, parecen querer dejar atrás las demandas sistemáticas. La agencia recientemente reorganizó su unidad de aplicación de la ley, asignándole una misión más amplia sobre “tecnologías emergentes” y reduciendo su enfoque en las criptomonedas.
Esta inflexión ya se ha traducido en varias decisiones: la retirada de una apelación sobre la definición de “distribuidores” bajo vigilancia de la SEC, y la solicitud de suspensión del caso Binance, que incluía acusaciones similares a las presentadas contra Coinbase, aunque también estuvo envuelto en sospechas de fraude.
Con Paul Atkins, ex comisionado de la SEC y futuro presidente en espera de confirmación en el Senado, la tendencia podría continuar. Atkins, mentor de Peirce y Uyeda, es percibido como un defensor de un enfoque más pragmático hacia la industria de las criptomonedas.
El fin de una era: prioridad a la legislación
La votación de los comisarios de la SEC sobre el abandono del caso Coinbase será seguida de cerca por toda la industria. Si la decisión es confirmada, obligará al regulador a abandonar otras demandas similares. Grewal afirma: “Esperamos que este caso sirva como modelo para resolver otros”.
Ahora, la atención se centra en el Congreso, donde podrían surgir nuevas regulaciones en los primeros 100 días de la próxima sesión legislativa. Para Coinbase y todo el sector, es hora de pasar de la defensa legal al ataque político.