Un niño rugió su propio memecoin: el fenómeno del día

Un niño rugió su propio memecoin Quant creado en Pump.fun por $30,000, lo que provocó un espectacular aumento en su capitalización y se perdió $4 millones.

Un niño rugió un memecoin: el fenómeno del día

Un niño lanzó un memecoin basado en Solana a través de la plataforma Pump.fun el miércoles por la mañana, ante una audiencia cautiva. Al vender todos sus tokens rápidamente, ganó casi $30,000. Pero lo que sucedió después tomó un giro inesperado: la comunidad degen de la criptomoneda se apoderó del proyecto, haciendo que la capitalización del token se disparara a más de 100 millones de dólares.

Este memecoin, inicialmente modesto, vio cómo su valor se disparaba después de que otros miembros influyentes de la comunidad cripto tomaran el control técnico, una práctica conocida como “CTO’d” en el mundo de las criptomonedas. El joven creador, al vender demasiado pronto, se perdió una fortuna teórica de varios millones.

Millones de potencial, pero solo miles realizados

Según los datos de Pump.fun y del explorador de blockchain Solscan, el niño liquidó todas sus posiciones durante la subida inicial del token. La cantidad de esta venta fue de $29,500, impresionante para alguien de su edad, pero insignificante en comparación con lo que sus tenencias podrían haber valido. Unas horas más tarde, su inversión inicial habría alcanzado más de 4 millones de dólares.

Ironicamente, la emoción alrededor del token parece haber sido catalizada por la historia en sí misma: la historia de un niño que se perdió una oportunidad de oro se hizo viral en el mundo cripto, atrayendo a especuladores y ampliando la burbuja. Sin este giro, una valoración tan alta hubiera sido improbable.

El caos comunitario: doxxing y nuevos proyectos

En un giro más oscuro, algunos miembros de la comunidad cripto “doxxearon” a personas que creían que estaban relacionadas con el joven creador. Estas revelaciones llevaron al lanzamiento de nuevos memecoins en Pump.fun, todos relacionados con esta historia. El niño, lejos de desanimarse, ha creado él mismo otros dos tokens, obteniendo nuevamente ganancias de cinco cifras antes de abandonar rápidamente los proyectos.

Estas maniobras son un fenómeno recurrente en el mundo de los memecoins: especulación desenfrenada, donde los relatos virales influyen en las valoraciones convirtiéndose en los verdaderos fundamentos de los proyectos.

El efecto Trump y la locura de los memecoins

La reciente elección de Donald Trump, percibido como un defensor de las criptomonedas, ha revitalizado el interés en los memecoins. Proyectos como Dogwifhat y Pepe se dispararon después de ser listados en Coinbase, mientras que iniciativas como los “memefunds” han captado la atención. El ejemplo del token Just a chill guy (CHILLGUY) ilustra esta locura: lanzado hace unos días, alcanzó una capitalización récord de 450 millones de dólares y una enorme presencia en varias redes sociales.

Estas cifras muestran lo impredecible que es el mundo de los memecoins, impulsado por impulsos colectivos y relatos llamativos. Para el niño que inició esta historia, la aventura podría haberse convertido en un cuento de hadas financiero. Pero sigue siendo un recordatorio brutal: en las criptomonedas, todo es cuestión de timing.

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