En un mundo cada vez más entremezclado con las monedas digitales, los guardianes financieros globales están fortaleciendo su control sobre cómo las instituciones se involucran con estos activos. El Comité de Basilea para el Control Bancario, el principal establecedor de normas internacionales, ha presentado directrices preliminares que obligan a los bancos a aclarar sus actividades relacionadas con las criptomonedas, tanto de manera cuantitativa como cualitativa. Publicadas este martes, estas orientaciones tienen como objetivo imponer transparencia y fortalecer la disciplina del mercado.
Posición del Comité de Basilea sobre la transparencia de las criptomonedas
Las recientes turbulencias observadas por entidades financieras relacionadas con las criptomonedas, como Signature Bank y Silicon Valley Bank, han subrayado aún más la importancia de una supervisión rigurosa. En este sentido, las nuevas propuestas del Comité de Basilea van más allá de sus anteriores requisitos de capital considerable, diseñados para disuadir a las instituciones financieras de adoptar monedas digitales.
Para 2025, fecha en la que se espera que estas recomendaciones sean operativas, los bancos deberán rendir cuentas de manera exhaustiva sobre sus interacciones con los activos cripto. Esto incluye tanto un análisis cualitativo de sus actividades relacionadas con las criptomonedas como una desglose cuantitativo de su exposición a estos activos, así como los requisitos correspondientes de capital y liquidez. Las directrices surgen de la alineación del Comité de Basilea con el Banco de Pagos Internacionales – un conjunto de bancos centrales con sede en Basilea, Suiza. ¿Su punto de vista compartido? Las normas de divulgación uniforme fortalecerán la disciplina del mercado y cerrarán la brecha de información entre las instituciones financieras y los actores del mercado.
Enfocándose en una perspectiva más amplia, estas regulaciones fueron sugeridas hace quince días por el comité. Arraigados en su ethos fundamental de formular directrices para los prestamistas financieros tradicionales con el fin de evitar desastres como la crisis financiera de 2008, ahora se están diversificando para incluir el ámbito de las criptomonedas en constante evolución. Los interesados y las instituciones pueden expresar sus opiniones sobre estas directrices, ya que el período de consulta está abierto hasta enero de 2024.